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Una campaña antimilitarista reclama que las universidades no colaboren con la producción de "robots asesinos"

Las jornadas del centro de investigación Gernika Gogoratuz abordarán esta semana la realidad de las armas letales autónomas. Una de las conferencias tratará sobre la participación de los centros académicos en ese tipo de proyectos.

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Activistas alemanes protestan contra los denominados "robots asesinos" en una imagen de archivo. — EFE

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Política

El negocio de las máquinas creadas para matar estará presente en la VIII edición de las Jornadas Antimilitaristas y de Memoria Histórica que organiza el centro de investigación por la paz Gernika Gogoratuz. Este miércoles, el debate –que será telemático de principio a fin– se centrará precisamente en la campaña internacional Stop Killer Robots (SKR), impulsada con el objetivo de frenar la creación este tipo de material de defensa. 

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"Las armas totalmente autónomas, también conocidas como sistemas letales de armas autónomas, son sistemas de armas que, una vez iniciadas, seleccionarían y atacarían objetivos sobre la base de entradas de sensores, sin ningún control humano significativo", destaca la plataforma SKR en un comunicado que acompaña a la convocatoria de Gernika Gogoratuz. "Eso significa que las decisiones sobre qué atacar y cuándo disparar serían tomadas por máquinas inanimadas en lugar de por humanos", subraya.

Según consta en un informe del Centro Delàs de Estudios por la Paz publicado en 2019, España forma parte del listado de países que se oponen a la prohibición de ese tipo de armamento. Esa misma posición es compartida por otra decena de países, entre los que se encuentran Estados Unidos, Rusia o Reino Unido. 

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"A pesar de que España ha declarado en varias ocasiones que las personas y los operadores tienen que mantener un control humano significativo sobre todos
los sistemas de armamento y que no tiene intención de desarrollar armas totalmente autónomas, se ha opuesto a la prohibición de las armas totalmente
autónomas", señala ese documento. 

Allí se advertía que "los ataques con drones armados a menudo no salen en los periódicos, pero muestran un ritmo de crecimiento continuado los últimos años". "Son ataques que acaban matando personas civiles, además de perpetrar ejecuciones sumarias y extrajudiciales de personas supuestamente terroristas –señalaba–. Últimamente, además, los drones militares están evolucionando para poder incorporar sistemas autónomos de decisión". "Esta escalada hacia los sistemas armados autónomos es ética y jurídicamente inaceptable, porque delegar en una máquina las decisiones de matar va en contra de la dignidad humana y de los derechos de las personas", afirmaban los expertos del Centro Delàs. 

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En ese contexto, España ha sido uno de los países en los que SKR y la organización holandesa Pax han impulsado una campaña a nivel de las universidades para tratar de conocer la posible existencia de proyectos de investigación relacionados con los "robots asesinos". Los resultados, que aún no han sido publicados, ofrecen indicios de colaboración de instituciones universitarias españolas en este ámbito. 

"Las universidades son instituciones relativamente opacas: en muchos casos, ni el rector ni los gerentes tienen conocimiento exacto de los proyectos que se están llevando a cabo por determinados grupos de investigación", afirma Joaquín Rodríguez, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona e integrante del Comité Internacional para el Control de Armas Robóticas.

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Rodríguez, quien figura precisamente entre los autores del informe del Centro Delàs y que además ejerce como uno de los coordinadores de SKR en España, será uno de los ponentes de las jornadas de Gernika Gogoratuz, donde se centrará en la campaña desarrollada en instituciones universitarias en torno a programas vinculados a robots asesinos. "Cuando requerimos información de universidades para ver si están participando en estos proyectos, te encuentras que muchas no saben responder a esta pregunta", señaló.

"A un dron no armado es fácil armarlo", destaca el experto Joaquín Rodríguez

El experto apuntó hacia la participación de instituciones universitarias españolas en programas estables del Ministerio de Defensa "en ámbitos de protección fronteriza", relacionados principalmente con el desarrollo de drones que "tienen capacidad de detectar inmigrantes en el Mediterráneo". "Estos drones encuentran al inmigrante pero no le van a disparar, aunque es algo muy subjetivo: a un dron no armado es fácil armarlo. Lo difícil es la estructuración de los algoritmos que le permiten identificar cosas, mientras que poder disparar es relativamente sencillo una vez que has hecho la ingeniería de lo complejo", subrayó.

Vigilancia de civiles

En tal sentido, el informe del Centro Delàs remarcaba que "los sistemas de vigilancia de fronteras son otro tipo de sistemas que han sido diseñados específicamente para vigilar (y en su caso, atacar) personas civiles". Destacaba además que ese tipo de material "se está utilizando en Israel, Corea del Sur, Estados Unidos y Europa (Frontex)".

El documento apuntaba que "los sistemas militares robóticos, y en particular los drones, han conseguido abaratar drásticamente las operaciones militares mientras han incrementado significativamente el volumen de negocio del sector industrial militar". "El sector de las empresas que fabrican y exportan drones militares y el instrumental de alta tecnología que se utiliza en las guerras
modernas se encuentra en pleno auge", añadía. 

 

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