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El Congreso estudia fórmulas para conciliar los días de Pleno por el gran número de grupos

La presidenta de la Cámara tantea a los portavoces parlamentarios sobre la posibilidad de reducir los tiempos de intervención en las sesiones plenarias, pero los grupos más pequeños y plurales rechazan esta medida y proponen dividir los puntos del orden del día.

Meritxell Batet Congreso
La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, durante una sesión plenaria / EFE

El Congreso de la XIV Legislatura es el más plural y el que contiene a más partidos en la historia reciente; pero también va camino de convertirse en el que acoge las sesiones plenarias más largas que se recuerdan. El gran número de grupos parlamentarios (hasta 10) ha puesto en un aprieto la conciliación de los trabajadores de la Cámara y de los propios diputados debido a la duración de los Plenos.

Desde la celebración de la sesión de investidura de Pedro Sánchez, el 7 de enero, se han celebrado tres sesiones plenarias 'completas', es decir, de tres días de duración, con proposiciones de grupos parlamentarios, medidas del Ejecutivo y con sesión de control al Gobierno. 

Los Plenos comienzan los martes a las 15.00 horas (este día se debaten y votan las iniciativas de los grupos: proposiciones de ley, proposiciones no de ley, mociones...), continúan los miércoles a partir de las 9.00 horas (en esta jornada tiene lugar la sesión de control al Gobierno y las interpelaciones urgentes al Ejecutivo), y finalizan con una última sesión tras reanudarse el jueves, también a las 9.00 horas (día en que se debaten y aprueban las iniciativas del Gobierno: decretos, acuerdos, proyectos de ley...).

La constitución de los grupos dejó como resultado agrupaciones parlamentarias con una decena de partidos, cuyos portavoces acordaron repartirse los tiempos en las intervenciones de las sesiones plenarias. Esto ha terminado alargando los Plenos respecto a otras legislaturas, lo que ha provocado un conflicto entre el respeto al justo reparto de los tiempos y la conciliación laboral.

La jornada más afectada por la duración de las sesiones plenarias es el martes. Durante los últimos Plenos, los trabajos parlamentarios se han alargado más allá de las 21.30 horas entre el debate y la posterior votación de las iniciativas, una situación a la que la presidenta del Congreso no es ajena.

Tras ser elegida como tercera autoridad del Estado, Meritxell Batet anunció que uno de sus objetivos durante la legislatura sería precisamente el de favorecer la conciliación de los trabajadores de la Cámara y anunció que trabajaría en un plan de igualdad para racionalizar los horarios del Congreso.

La primera medida que la presidenta llevó a cabo fue la de adelantar el horario de cierre del registro de iniciativas de las 20.00 a las 18.00, para facilitar la conciliación del personal del Parlamento. Además suprimió el registro de propuestas los sábados, manteniendo el registro telemático durante esta jornada del fin de semana.

Batet quiere impulsar un plan de igualdad y conciliación

Desde la celebración del primer Pleno ordinario de la legislatura, Batet es consciente de la excesiva duración de las sesiones, y fuentes parlamentarias aseguran que ya desde entonces estudia fórmulas para atajar la situación. Este martes, la presidenta planteó a los portavoces de los grupos la idea de reducir el tiempo de las intervenciones y, aunque los grupos mayoritarios no ven inconvenientes, los minoritarios se han quejado de que esta medida apenas les dejaría tiempo para defender sus posiciones.

"Si se acortan las intervenciones, aquellos que pertenecemos a grupos con varios partidos que se dividen estos tiempos no podríamos hacer mucho más que un 'tuit' desde la tribuna", aseguran fuentes del Grupo Plural. Estos grupos han propuesto a la presidenta otra fórmula: dividir los contenidos entre los tres días que suele durar una sesión plenaria.

Este martes, por ejemplo, la Mesa del Congreso ha decidido trasladar el debate de dos mociones previstas para este día al miércoles, después de la sesión de control (la votación tendría lugar el jueves, junto con las propuestas del Gobierno, que esta semana lleva a la Cámara el techo de gasto).

Esta modificación en el orden del día permite acortar la sesión del martes (que está sobrepasando las 21.30 horas) a costa de alargar la del miércoles (que suele finalizar al mediodía). Desde la Mesa de la Cámara trasladan que todavía no hay una decisión tomada por parte de la presidenta para racionalizar horarios, pero el objetivo de Batet es que estas modificaciones comiencen a implantarse en el primer Pleno de marzo, que tendrá lugar el día 10.

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