El pleno del Tribunal Constitucional ha aprobado la ponencia del magistrado Juan Carlos Campo que propone amparar a Arnaldo Otegi, coordinador general de EH-Bildu, y a los otros cuatro condenados por el caso Bateragune, sobre el intento de refundar la ilegalizada Batasuna.

El tribunal de garantías rechaza que deba juzgarse de nuevo a los condenados, como había establecido el Tribunal Supremo, tras la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), que dictaminó que se había vulnerado su derecho a un juicio imparcial.

El 14 de diciembre de 2020, la Sala Segunda del Supremo ordenó repetir el juicio contra el coordinador general de Bildu, Arnaldo Otegi; contra Rafa Díez Usabiaga, Miren Zabaleta, Sonia Jacinto y Arkaitz Rodríguez, razonando que es necesario volver a enjuiciar los hechos para que no queden "imprejuzgados". Indica además que en estos casos, donde ha habido un "defecto procesal" es posible el doble enjuiciamiento.

Otegi y el resto recurrieron la decisión del Supremo, por considerar que la repetición del juicio vulneraría el principio 'non bis in idem', que prohíbe juzgar dos veces a una misma persona por los mismos hechos. 

Los conocidos como 'los cinco del equipo Bateregune' fueron detenidos en octubre de 2009 por orden del exjuex Baltasar Garzón. Era un momento crucial para la estrategia de la izquierda aberztale, entonces ilegalizada, que abogaba por poner fin a la actividad de ETA. A Otegi y a sus compañeros se les procesó por el intento de recomponer Batasuna por orden de la organización terrorista. 

El Supremo rebajó en 2012 la condena de la Audiencia Nacional de 10 años a seis años y medio para Otegi y sus compañeros, al considerarles integrantes de un organización terrorista y no dirigentes. Todos ellos cumplieron la condena íntegra. Por eso, repetir un juicio cuando los procesados ya han sido sentenciados y han cumplido la condena era algo inédito en el sistema judicial español, indican fuentes jurídicas.

La sentencia europea de 2018 significó un duro varapalo para la justicia española, ya que detectó prejuicios manifiestos de la magistrada Ángela Murillo sobre el líder de la izquierda abertzale en 2011, en un juicio anterior al del caso Bateregune. Otegi se negó a contestar a la jueza sobre si condenaba la violencia y este le replicó: "Ya sabía que me iba a contestar eso". A lo que Otegi le respondió: "Yo también sabía que lo iba a preguntar".