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CRISIS EN EL PP DE EUSKADI El golpe de Casado rompe al PP vasco y abre la batalla interna por el poder

La fulminante destitución de Alonso como candidato a lehendakari y su posterior dimisión divide a la formación conservadora, que se encamina ahora hacia un congreso cargado de incertidumbres y enfrentamientos. Todo transcurre con unas elecciones autonómicas en el horizonte cercano.

Alonso renuncia
El líder del PP vasco, Alfonso Alonso, durante la rueda de prensa ofrecida este lunes en Vitoria para anunciar su dimisión. EFE/ David Aguilar

Las lágrimas dejarán paso a la pelea. Tras el terremoto provocado por Pablo Casado con la fulminante destitución de Alfonso Alonso como candidato a lehendakari –y su posterior renuncia a seguir liderando el partido a nivel autonómico–, el PP vasco se adentra ahora en un incierto terreno, con unas elecciones a la vista y un proceso de renovación interna en el que se reavivarán los enfrentamientos entre distintos dirigentes.

De lágrimas y batallas. De líderes derrotados y deslealtades. De todo eso se habló y respiró en la reunión de la Junta Directiva del PP vasco celebrada este lunes a la tarde en Vitoria. Allí, entre aplausos y prácticamente al inicio, Alonso le contó a sus compañeras y compañeros que abandona la nave. Se va. Renuncia. Dice agur, pero no rompe el carnet: según aclaró el dimisionario, en esta nueva etapa que se abre en su vida seguirá siendo del PP vasco, partido al que perteneció durante 40 años.

Perteneció, pertenece y, según sus propias palabras, pertenecerá. Eso sí, no de manera activa. Para eso están ahora sus compañeros, a quienes pidió que apoyen y ayuden a Carlos Iturgaiz –candidato por orden de Casado– en su aventura hacia las autonómicas del próximo cinco de abril.

Lo bueno vendrá después. Tras la dimisión de Alonso, el partido deberá encaminarse hacia un nuevo congreso, en el que tendrá que elegirse al sustituto del hasta ahora presidente. Desde ahora y hasta entonces, ese cargo será ocupado por la actual secretaria general, Amaya Fernández, una de las dirigentes populares que este lunes no ocultó su emoción durante la traumática junta directiva.

A día de hoy, Fernández forma parte del núcleo de dirigentes que ha estado del lado de Alonso en su pulso con la dirección nacional. Un pulso cuyos resultados han quedado este lunes a la vista: Iturgaiz, el hombre elegido por Casado, empezó el día ofreciendo entrevistas como flamante candidato a lehendakari y Alonso cerró la tarde con su sentido adiós.

Fuentes del PP vasco señalaron a Público que Iturgaiz, al menos de momento, no pretende postularse a liderar el partido. Se rompe así la máxima no escrita según la cual el presidente regional era siempre el candidato en las autonómicas.

En ese contexto, surgen otros nombres. Se maneja que Bea Fanjul, única diputada del PP por el País Vasco, podría ser una de las apuestas de Casado para abrir esa nueva fase en la formación conservadora.

La batalla será especialmente intensa en Bizkaia, donde se encuentran dos dirigentes que también cuentan con el beneplácito de Casado: la presidenta del PP vizcaíno, Raquel González, y el coordinador del partido en esa provincia, Eduardo Andrade, quienes ocuparán lugares relevantes en la lista conjunta de PP y Ciudadanos por Bizkaia.

"La candidatura de Iturgaiz servirá para plantar cara al nacionalismo asfixiante que vivimos en el País Vasco. Él representa como nadie la casa común del centro derecha vasco", afirmaba Fernández este lunes.

Según señalaron a Público fuentes de la formación conservadora, a nivel interno hay voces muy críticas con Fernández y Andrade. Del mismo modo, Fanjul también ha tenido diferencias con ambos dirigentes vizcaínos, pese a ser todos ellos afines a Casado. "Las luchas internas son terribles. El partido está hecho trizas", contaron a Público veteranos integrantes de la formación, hoy ya alejados de su vida orgánica. "En el próximo congreso regional hay riesgo de una lucha intestina", advierten.

Cenizas e incertidumbre

Hay un problema: la guerra puede librarse sobre las cenizas. El PP vasco cayó en las elecciones autonómicas de 2016 hasta los nueve escaños –sobre un total de 75 en juego–, y las últimas encuestas, realizadas antes de que estallara todo, no lo colocan precisamente al alza: según el sondeo de EITB Focus, podría caer hasta los seis o incluso cinco escaños, lo que implicaría el peor resultado de su historia.

Incertidumbre hacia adelante, hechos imborrables hacia atrás. No en vano, el camino que les ha traído hasta aquí tampoco ha estado exento de curvas y pendientes. Borja Sémper, el dirigente guipuzcoano que muchos identificaban como el "verso libre" y la viva imagen de la apuesta por un PP más cercano al centro que a Vox, dejó todas sus responsabilidades en el partido y se fue a a una multinacional. 

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