"Como en Fuenteovejuna, todo a una". Así resumió un dirigente de la Ejecutiva Federal del PSOE el mensaje lanzado por el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la primera reunión de la dirección socialista tras la formación del Gobierno de coalición.

Y es que Sánchez centró su intervención inicial en la necesidad de que haya unidad, cohesión y coordinación entre el partido, el Grupo Parlamentario Socialista y el Gobierno. El dirigente socialista lo justificó diciendo que es más necesario que nunca por las dificultades con las que afronta su mandato.

En este sentido, Sánchez apuntó que no espera que la oposición baje su tono beligerante en ningún momento, recordó que es la primera vez que hay un Gobierno de coalición y los principales problemas que hay que afrontar. En  este sentido, incidió en que hay que apostar por las políticas útiles a los ciudadanos y no caer en polémicas con la oposición sobre otros temas.

Por ello, Sánchez pidió que fuese un año centrado en el trabajo político y en la gestión, uno de los motivos por lo que explicó que no habría Congreso del PSOE hasta 2021, junto con el hecho de que puedan celebrarse en 2020 las elecciones vascas, gallegas y catalanas.

El líder socialista vio cumplido su objetivo porque la mayoría de las intervenciones que hubo en la reunión fueron para cerrar filas, apelar a la unidad sin fisuras y criticar la actitud de la derecha.

De hecho, se eludieron los temas más polémicos y nadie habló en la Ejecutiva ni de la reforma del Código Penal ni del delito de sedición, pese a las críticas que han surgido en algunos entornos, encabezadas por el presidente de la Junta de Castilla-La Macha, Emiliano García-Page.

Nadie nombró en la reunión al presidente castellano-manchego, pese a que en los corrillos de la Ejecutiva fue uno de los temas más comentados, aunque la mayoría de los miembros de la dirección están en contra de las valoraciones que hizo García-Page.

No obstante, el apoyo que tenga el presidente de Castilla-La Mancha se podrá valorar mejor en el Comité Federal convocado para el próximo 15 de febrero, ya que hay más dirigentes en el partido que están cercanos a las posiciones que defiende García-Page sobre la reforma del Código Penal y las posiciones que se mantienen frente a los independentistas.

También hubo un respaldo explícito de Sánchez y de algunos miembros de la Ejecutiva a la polémica con el encuentro que mantuvo Ábalos con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, llamando a un cierre de filas en defensa del ministro y secretario de Organización del PSOE.

De esta forma, pese a haber ignorado al partido desde el 10-N, salió plenamente reforzado de la reunión, donde no escuchó reproches a cómo ha gestionado ni el Gobierno de coalición, ni de su composición, ni sobre sus primeros anuncios.

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