Con los poderes legislativo y ejecutivo constituidos de manera formal, la legislatura echa a andar y se abre un nuevo ciclo político, en el que Pedro Sánchez volverá a ser el presidente de un Gobierno de coalición con la izquierda alternativa, representada por el Sumar de Yolanda Díaz. En este escenario, la demoscopia reparte de nuevo cartas y refleja algunos cambios antes de empezar a recoger los efectos de este nuevo ciclo.

La imagen general que dejan las encuestas previas a la celebración de la investidura de Pedro Sánchez, según recoge el último estudio elaborado por Key Data para Público, es la de un refuerzo del bipartidismo que abriría la puerta a un Gobierno de coalición entre el Partido Popular y Vox.

No es la primera vez que la demoscopia contempla esta posibilidad. Antes de la celebración de las elecciones generales del pasado 23 de julio, muchas encuestas apuntaban a que Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal se harían con el Ejecutivo, una previsión que finalmente no se cumplió.

Sin embargo, tras frustrarse este objetivo electoral de la derecha y de la ultraderecha, los estudios después del verano comenzaron a recoger que, en líneas generales, el PP y Vox no tendrían nada fácil alcanzar el Gobierno en unas eventuales elecciones.

Ahora, este escenario se recupera como posibilidad, en medio de las negociaciones que Sánchez y Díaz mantuvieron con los partidos nacionalistas y soberanistas para articular la mayoría parlamentaria de la investidura, un proceso que se saldó con un acuerdo para aprobar una amnistía a los condenados por el procés.

Según el último estudio de Key Data para Público, el PP se refuerza y obtiene una estimación de voto del 36,2%, lo que le permitiría obtener unos 149 escaños en el Congreso. Feijóo ganaría más de tres puntos y un total de 12 escaños según esta previsión.

Los conservadores son los únicos que crecen en este estudio. El PSOE retrocedería tanto en votos como en escaños, aunque los de Sánchez aguantarían por encima del 30%; en concreto, obtienen una estimación de voto del 30,8% y una proyección de 118 escaños. En las pasadas elecciones recogieron el 31,7% de los votos y 121 asientos en el Congreso.

Distinta es la situación de Sumar y de Vox. La ultraderecha y los de Yolanda Díaz se mantienen en una situación de empate técnico, pero muestran un claro retroceso si se comparan sus previsiones demoscópicas con sus resultados electorales en el 23J.

Sumar obtiene una estimación de voto del 11,4% y una proyección de 27 escaños, casi un punto menos que en las urnas y cuatro asientos menos en el Congreso. La ultraderecha pasaría a ser la cuarta fuerza a nivel estatal con una estimación del 11,3% y una proyección de 27 escaños, más de un punto por debajo y seis escaños menos que en el 23J.

Según apunta Paz Álvarez, directora técnica de Key Data, "se observa una tendencia a la concentración de voto en los dos grandes partidos, que suman casi el 70% de los votos, mientras que sus socios naturales en los extremos pierden votos y diputados, al menos de momento, sin elecciones a la vista".

En este contexto, la suma de PP y Vox llegaría de manera ajustada a los 176 escaños necesarios para investir a un presidente del Gobierno, mientras que la de PSOE, Sumar y los socios de la investidura de Sánchez estarían en 172. 

"Los pactos que han hecho posible la investidura de Pedro Sánchez y las reacciones de los diferentes grupos tienen su efecto en la intención de voto del electorado. El PP refuerza su liderazgo que, en estos momentos, sería suficiente para formar gobierno con el apoyo de Vox.
El PSOE baja ligeramente en votos y escaños, lo mismo que Sumar, su socio en el gobierno", explica Álvarez.

En Catalunya, Junts se consolida como la primera fuerza por delante de ERC (con ocho escaños frente a siete) y en Euskadi la fuerza más votada sería EH Bildu, con seis escaños frente a cinco del PNV.