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Gobierno de coalición Del "gran acuerdo" a evitar triunfalismos: PSOE y UP celebran el pacto de la UE con distinto entusiasmo

El Gobierno en bloque presume del "histórico" acuerdo alcanzado, pero cada uno de los partidos de la coalición aporta matices: mientras Sánchez se mostró satisfecho "al 95%", Iglesias reconoció que no va "todo lo lejos" que habría deseado, e IU criticó el "daño especial" que hará a nuestro país "el tijeretazo en la PAC". El elefante en la habitación tiene que ver con cómo afectará a la derogación de la reforma laboral. 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias. - EFE
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias. - EFE

El Gobierno de coalición ha celebrado este martes el acuerdo alcanzado por los líderes de la UE durante la madrugada, por el que España recibirá 140.000 millones de euros -de los que 72.000 millones serán transferencias a fondo perdido, y el resto corresponderá a préstamos-, si bien las fuerzas que vertebran el Ejecutivo han reaccionado con distinto grado de entusiasmo ante el plan de reconstrucción europeo para hacer frente a la crisis del coronavirus.

Sánchez: "Es un gran acuerdo para Europa y para España"; "Es un auténtico plan Marshall"; "Se ha escrito una de las páginas más brillantes de la historia europea"

En general PSOE y Unidas Podemos coinciden en que el acuerdo es "histórico", y en que supone un portazo a las recetas de austeridad que marcaron la respuesta de la UE a la anterior crisis económica. Pero ni todas las fuerzas han tenido el mismo protagonismo en esta negociación, ni evalúan con la misma nota el resultado, y ni siquiera interpretan del mismo modo el mensaje que la UE quiere transmitir dentro y fuera de sus fronteras con el pacto.

Sin ir más lejos, el jefe del Ejecutivo y líder del PSOE, Pedro Sánchez, salió en rueda de prensa cuando acababa de conocerse el acuerdo durante la madrugada. Se volcó en las negociaciones desde el viernes -además de los contactos de las semanas y meses anteriores-, y jugó todo su capital político, acaparando los focos y compareciendo visiblemente emocionado.

De hecho, se declaró "satisfecho en un 95%" por el acuerdo -por valor global de 750.000 millones, 390.000 en transferencias- que reduce sensiblemente las transferencias directas con respecto a la propuesta de la Comisión Europea -500.000 millones en transferencias, 250.000 en préstamos-, por no hablar de la planteada por el Ejecutivo Español, por un valor total de 1,5 billones, entre créditos y transferencias. 

Donde Sánchez veía un "gran acuerdo", el líder de Unidas Podemos apreciaba sólo un "buen acuerdo", e IU hablaba de "razonable satisfacción"

"Es un gran acuerdo para Europa y para España"; "Es un auténtico plan Marshall"; "Se ha escrito una de las páginas más brillantes de la historia europea", decía, y Europa "ha enviado un mensaje contundente al mundo". 

Por su parte, el líder de Unidas Podemos y vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, publicó un extenso texto en su perfil en la red social Facebook ensalzando el acuerdo, pero reconociendo algunos de sus límites: "Hemos visto reducirse partidas importantes del Marco Financiero Plurianual"; "Queda un largo camino por recorrer para avanzar en una Unión Europea que garantice un marco institucional y de gobierno en el que se refuercen los procedimientos democráticos". 

"El acuerdo", decía, "no va todo lo lejos que a algunos nos gustaría, pero va en una dirección diametralmente opuesta a lo que vimos en la última década", apuntaba. Estos son dos de sus argumentos de más peso, y el último es compartido con el resto de fuerzas de la coalición.

Donde Sánchez veía un "gran acuerdo", el líder de Unidas Podemos apreciaba sólo un "buen acuerdo", si bien reconocía que servirá como "balón de oxígeno" para el proyecto europeo. Por no hablar de que para Iglesias significa "un enorme estímulo" para poder continuar con la aplicación del acuerdo de coalición.

Y, frente a la alineación de España con los postulados de la UE que condicionan el acceso a estas ayudas, vendida por Sánchez, Iglesias hablaba de una "condicionalidad blanda", "en contraposición a la 'condicionalidad estricta'" vista en la crisis económica de 2008.

IU pide "valorar lo conseguido en su justa medida, sin triunfalismos", y recuerda que la propuesta inicial ya era "insuficiente"

La dirección de IU, a su vez, emitía un comunicado en el que rebajaba el entusiasmo de Sánchez y el optimismo de Iglesias a una "razonable satisfacción". Como ellos, destacaba que el pacto deja "ver a las claras el fracaso de imponer un nuevo austericidio", como "anhelaba la derecha europea" -y especialmente la española-, y, como Iglesias, dejaba ver que este plan es "esencial" para "permitir fortalecer el escudo social". 

Así, la coalición de izquierdas que lidera Alberto Garzón ha reclamado "valorar lo conseguido en su justa medida, sin triunfalismos", y ha afirmado que ya la propuesta inicial era "insuficiente". Recordaba que el fondo es "un 22% menor al plan propuesto" en lo que toca a las transferencias -Iglesias mentaba la "reducción" de esta partida, de 500.000 a 390.000 millones-.

Exigía también, "convertir en definitivo" el "giro de timón" para que haya acuerdo en Europa, un paso más allá de Iglesias, y lejos de las posiciones de Sánchez. "Resulta imprescindible que lo aprobado no sea solo un paréntesis. De nada servirán las transferencias económicas conseguidas si en breve vuelven a estar vigentes los antisociales principios fiscales por los que se ha regido la Unión Europea en el marco del Pacto de Estabilidad y Crecimiento", reza el texto.

Mientras IU denuncia los "recortes" en la PAC, el ministro Planas (PSOE) niega que haya recortes, y sostiene que quienes usan este término "engañan a los ganaderos"

Además, los dirigentes de IU Carlos Sánchez Mato -responsable de Políticas Económicas- y Sira Rego -portavoz en el Parlamento Europeo-, han puesto el acento en el "daño especial" que hará a España "el tijeretazo en el presupuesto comunitario en la PAC", afirmando que se oponen "frontalmente a esos recortes europeos". 

Aquí, de nuevo, las diferencias con las posiciones del PSOE se hacían especialmente evidentes. En la rueda de prensa del Consejo de Ministros, este mismo miércoles, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, afirmaba que el Ejecutivo "está contento" con el resultado, al haber "conseguido mantener el apoyo para nuestros agricultores y ganaderos". 

De hecho, Planas llegaba a afirmar que la palabra recorte "no se puede aplicar en este contexto". "Si alguien quiere hacer política ayer, hoy y mañana, que la haga, pero que no la haga engañando a agricultores y ganaderos", zanjó. Las diferencias son más que evidentes.

La reforma laboral: el elefante en la habitación

Si en el Ejecutivo de coalición ya existían importantes diferencias sobre cómo y cuándo acometer la derogación de la reforma laboral del PP -y estas diferencias llegan incluso a si lo pactado es derogarla al completo o si únicamente afecta a los puntos explicitados en el pacto de gobierno-, hoy más que nunca la reforma laboral se ha convertido en el elefante en la habitación.

María Jesús Montero dice que el Gobierno cumplirá su programa en lo que toca a la reforma laboral, pero afirma que deberá adaptarse al escenario creado por la pandemia

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, María Jesús Montero, ministra portavoz y titular de Hacienda, afirmó que la no derogación de la reforma laboral como condición para las ayudas no se ha abordado en las conversaciones entre los líderes de la UE. No obstante, también enfrió las expectativas: el Gobierno tiene previsto seguir adelante con su "hoja de ruta", con su "calendario", dijo, aunque éste debe adaptarse a la situación tras la pandemia, así como a la crisis económica.

Esto no es otra cosa más que volver a las tesis defendidas en anteriores ocasiones por Montero o por la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, que ha sido muy clara en su rechazo a la derogación de la reforma laboral en el actual escenario. 

Frente a ellos, cuando todavía se recuerda el "pacta sunt servanda" de Iglesias -lo pactado obliga-, la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz; el secretario de Estado de Derechos Sociales; Nacho Álvarez, y el secretario primero de la Mesa del Congreso, Gerardo Pisarello, todos ellos representantes de Unidas Podemos, han dejado muy clara su apuesta por seguir actuando para derogar la norma del Ejecutivo de Mariano Rajoy.

"El pacto alcanzado señala una salida diferente y desvinculada al decreto legislativo 3/2012 [la reforma laboral del PP], que originó dos huelgas generales, concitó denuncias de organismos internacionales y desfiguró el marco normativo laboral", afirmó Díaz en una intervención en los Cursos de Verano de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) en San Lorenzo de El Escorial (Madrid).

Nacho Álvarez: "El acuerdo de coalición cabe perfectamente dentro del acuerdo alcanzado en la UE, y el Gobierno está comprometido a cumplirlo de principio a fin",

Por su parte, Álvarez, número dos de Iglesias en el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y responsable económico de Podemos, negó que la condicionalidad de las ayudas esté relacionada con la reforma laboral, y reivindicó el cumplimiento del acuerdo de coalición. "El acuerdo de coalición cabe perfectamente dentro del acuerdo alcanzado en la UE, y el Gobierno está comprometido a cumplirlo de principio a fin", enfatizó.

Lejos de enfriarse, vista la presión de los sindicatos -y el rechazo de la patronal a abordar la derogación de esta norma-, a la espera de que se reanuden las conversaciones en el marco del diálogo social, nada apunta a que este asunto vaya a tener solución a corto, siquiera a medio plazo.






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