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El "decoro" de los diputados, a debate en el Congreso

Algunas actuaciones de parlamentarios durante el desarrollo de sesiones plenarias generan “preocupación” y lleva a la Mesa de la cámara a abrir una reflexión en la que se implica la presidenta Pastor.

Foto de archivo los diputados de Unidos Podemos, encabezados por su líder Pablo Iglesias, piden en el hemiciclo del Congreso la libertad del exconcejal de su formación en Jaén, Andrés Bódalo, en prisión desde el pasado mes de marzo por participar en la agresión de un concejal socialista en 2012. EFE/Ballesteros

juan antonio blay

La fragmentación del hemiciclo del Congreso de los Diputados no es la única novedad en esta legislatura en la que no pocos hábitos y costumbres han saltado por los aires al mismo tiempo que el tradicional bipartidismo.

Sin embargo, algunos episodios, en ocasiones reiterados, protagonizados por diputados han causado “preocupación” por lo que se considera una pérdida del “necesario decoro y respeto entre el conjunto de la institución”, según señalan fuentes parlamentarias, algunas cercanas a la propia presidencia de la Cámara baja.

La “comprensible novedad” por la presencia en el hemiciclo de formaciones desconocidas hasta las pasadas elecciones del 20 de diciembre de 2015, ratificadas después en los comicios generales del 26 de junio del pasado año, se ha traducido en una “excesiva relajación de hábitos que comportaban el respeto entre diputados y grupos, al margen de tensiones ideológicas, que las ha habido en anteriores legislaturas”, añaden las citadas fuentes.

La proliferación de exabruptos entre las diferentes bancadas, el comportamiento de algunos diputados “sin tener en cuenta a la propia institución y la tradición del parlamentarismo” durante el desarrollo de las sesiones parlamentarias, así como “un exceso” en el uso de pancartas y otros signos de protesta o reivindicaciones “ha provocado que se abra un debate en la Mesa de la Cámara con el fin de trasladar a todos los grupos parlamentarios la necesidad de sosegar esa situación”, insisten las fuentes parlamentarias.

La presidenta del Congreso de los Diputados, la popular Ana Pastor, es consciente de esa situación y fuentes cercanas de su entorno señalan su deseo de contribuir a "la desaparición de todo lo que suponga romper el decoro que se requiere a la institución”.

De hecho, ha habido contactos para sondear cuál es la opinión de los grupos parlamentarios. “Hay preocupación para que la cosa no vaya a más y ganas de reconducir estos episodios”, explican las fuentes consultadas. Las reflexiones que se debaten no hacen referencia a las vestimentas de los parlamentarios, cuya estética ha cambiado sobremanera el panorama del hemiciclo con la irrupción de un número elevado de diputados del grupo Unido Podemos-En Comú Podem-En Marea y en parte también con ERC.

“Se trata del respeto entre diputados”, explican las fuentes. El pasado miércoles, el diputado Diego Cañamero, de Unidos Podemos, se plantó ante el escaño del ministro de Justicia, Rafael Catalá, minutos antes de empezar el pleno, sosteniendo dos amplios carteles con las imágenes de Iñaki Urdangarin y de Andrés Bódalo.

Este hecho provocó la reacción airada de algunos diputados de la bancada popular con gruesos epítetos dirigidos al parlamentario jienense. La actitud de Cañamero ha sido motivo de debate en la Mesa en la que algunos miembros eran partidarios de reprender su actuación.

Sin embargo, fuentes cercanas a la presidencia destacan que “este tipo de acciones no se cortan con sanciones o reglamentaciones; debe haber una toma de conciencia asumida por todos”.

La proliferación de “cartelería” en algunos momentos de los debates en sesiones plenarias ha superado los incidentes que se dieron en anteriores legislaturas.

También la profusión en el uso de camisetas reivindicativas, así como las manifestaciones de simpatía hacía personas en las tribunas de invitados que van más allá de una solidaridad formal.

El pasado miércoles la presidenta tuvo que advertir a la bancada de Podemos que el hemiciclo no era “un tendedero” a la vista de las diversas camisetas reivindicando el uso público del agua que colgadas sobre los pasillos de los escaños. “Hay un ambiente generalizado para reconducir todas estas situaciones”, reconocen las fuentes parlamentarias conocedoras de los contactos entre la presidenta con los líderes de los grupos parlamentarios.

“Todos los miembros de la Mesa son conscientes del mal ambiente creado y el deseo de superarlo”, explican a Público las fuentes consultadas.

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