El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, anunció este jueves el adelanto de las elecciones autonómicas gallegas al próximo 18 de febrero. Los comicios estaban previstos para julio, dado que su antecesor, Alberto Núñez Feijóo, tuvo que aplazar los anteriores en 2020 debido a la emergencia sanitaria por la covid.

El adelanto electoral era una opción que manejaban todos los actores políticos del país desde hace meses. Las encuestas indican que el PP podría perder su mayoría absoluta frente al BNG, segunda fuerza y líder de la oposición, y el PSOE. Ambos gobernaron la Xunta en coalición entre 2005 y 2009 antes de la llegada de Feijóo.

Al escenario se añade la irrupción de Democracia Ourensana, el partido del alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, que de acceder al Parlamento autonómico podría incluso tener la llave del Gobierno, así como la difícil configuración del espacio de la izquierda alternativa, que acusa la división entre los protagonistas que lo configuran -Sumar, Podemos, EU, Anova y las mareas municipales-.

El Parlamento de Galicia está formado por 75 escaños, repartidos entre los 42 del PP -la mayoría absoluta está en 38 diputados-, los 19 del BNG y los 14 del PSOE.

Los antencedentes del 28M y el 23J

Tanto en las municipales del pasado 28 de mayo como en las generales del 23 de julio, la suma de votos de la izquierda y del nacionalismo superó a la de la derecha y la ultraderecha.

Extrapolando esos resultados a las autonómicas, Jácome podría arrebatarle hasta dos escaños al PP en Ourense y Sumar -que entonces se presentó unida a Podemos, EU y parte de las mareas-, otros dos por A Coruña y Pontevedra. Según los sondeos, BNG y PSOE también pueden crecer.

Teniendo en cuenta que Rueda aún no ha consolidado su imagen pública y que goza de mucho menos carisma, conocimiento y valoración de los que disfrutaba Feijóo, en todos los partidos existe la conciencia de que el resultado, en gran medida, va a depender de la campaña electoral.

Ésta oscilará probablemente entre las cuestiones estatales hacia las que quiere arrimarla el PP -la ley de amnistía y los pactos de Sánchez con el independentismo catalán- y los asuntos propios de Galicia que ocupan a la izquierda, como el deterioro de la sanidad, la educación y los servicios públicos, la política industrial y medioambiental puesta al servicio de los lobbies económicos, las demandas de mayor autogobierno y la manipulación de los medios públicos de comunicación.

Trasladar a Galicia la tensión estatal

En el PP existe el convencimiento de que el adelanto de los comicios era fundamental para trasladar a Galicia la tensión de la política estatal, y que la presencia de Feijóo será el principal cimiento de la campaña de Rueda.

Por su parte, el BNG, está convencido de que su líder, Ana Pontón, ha consolidado su imagen presidenciable como única alternativa real al actual presidente de la Xunta. Sus redes sociales celebraron al adelanto electoral como el inicio de un nuevo ciclo en la comunidad: "El cambio en Galicia empieza hoy".

De igual modo, reaccionó en positivo el PSOE, cuyo candidato, el diputado en el Congreso José Ramón Gómez Besteiro, también lleva semanas en precampaña declarándose convencido de que puede liderar el recambio de Rueda.

En la izquierda a la izquierda del socialismo, por contra, no existe aún un candidato o candidata que parezca capaz de coser a todo ese espacio en torno a un proyecto común.

La izquierda dividida

La negativa de Martiño Noriega (Anova) a aliarse con Sumar ha dejado al partido de Yolanda Díaz prácticamente sin las alianzas con las que esperaba contar, tras su ruptura con Podemos y con Esquerda Unida. Las cabezas más visibles y mejor posicionadas en la rama gallega del movimiento de la vicepresidenta segunda son el politólogo y periodista Paulo Carlos López y el exdiputado autonómico socialista Juan Díaz Villoslada.

El secretario xeral de Podemos, Borja San Ramón, lleva días advirtiendo de que su formación está preparada para presentar una candidatura propia o con otros aliados en el caso de que no exista un acuerdo de última hora con Sumar, al igual que la coordinadora nacional de Esquerda Unida, la exvicepresidenta del Parlamento de Galicia Eva Solla.

En cuanto a la Democracia Ourensana de Jácome, la fuerza más votada en la capital provincial y que arañó al PP un buen puñado de votos en otros municipios, presentará a Armando Ojea, una de las personas de su máxima confianza y que le acompaña desde los inicios de su proyecto político.