Sumar nació como una gran incógnita que prometía dar respuestas a medida que avanzaba en su propio proceso de construcción. Su modelo organizativo constituía una lista de preguntas basada en la única premisa de que Yolanda Díaz aspiraba a fusionar un movimiento ciudadano (radicado en el proceso de escucha que llevó a cabo por todo el Estado) con las formaciones políticas que se coaligaron en el 23J.

¿De qué manera aunaría estos dos ámbitos? ¿Qué papel jugarían realmente los partidos en este proyecto? ¿Estarían las formaciones dispuestas a ceder cuotas de poder en pro de una organización que serviría de "paraguas" de todas las demás?, son algunas de las preguntas que se han planteado en el proceso de conformación de Sumar.

La pasada semana, el denominado Grupo Promotor del proyecto hizo públicas las ponencias política y organizativa que establecen las bases sobre las que se asentará Sumar. No son documentos cerrados y definitivos, sino que, tras su presentación, se abre un proceso de debate y aportaciones para llegar a un texto más consensuado y trabajado en común.

La ponencia organizativa establece una propuesta para aunar el movimiento ciudadano con los partidos y llega a cifrar el peso real de las formaciones políticas en Sumar. Sin embargo, las organizaciones siguen teniendo dudas sobre cuál será su encaje real en el partido que aspira a liderar Díaz.

El texto recoge que Sumar "escapa del modelo hipercentralista y vertical de las organizaciones y apuesta por una estructura federal, que traduzca nuestra idea de plurinacionalidad a la propia organización y que se haga cargo, también, de la España olvidada y del reequilibrio territorial".

"Una organización de organizaciones"

"Eso implica", prosigue, "promover una organización de organizaciones, una voz de voces y la autonomía territorial suficiente y la corresponsabilidad con el proyecto común para garantizar dicha lógica federal".

Tras la idea general de constituirse como organización federal, la ponencia recoge un modelo de integración de los partidos que propone que formen parte de uno de los órganos de dirección que sustentará a Sumar. El proyecto se dotará de una Asamblea General (el máximo órgano de decisión, compuesto por el total de militantes), un Grupo de Coordinación (el máximo órgano de decisión entre asambleas, en el que se integrarán los partidos) y un Grupo Ejecutivo (la dirección).

El texto establece que este Grupo de Coordinación estará formado por un máximo de 110 personas. 76 personas miembros de Sumar siempre de forma paritaria, elegidas en Asamblea General y entre las que se encontrarán siempre la Coordinación General y los miembros del Grupo Ejecutivo. 33 representantes en total de los partidos políticos que formen parte del proyecto Sumar, siempre de forma paritaria, designados bajo las fórmulas correspondientes en cada organización política.

Y de forma puntual, cuatro personas miembros de Sumar elegidas por sorteo específico para cada sesión deliberativa, de forma paritaria, con voz pero sin voto. Esto deja una cuota de participación de los partidos del 35% en este órgano, un porcentaje que deberá repartirse entre todas las organizaciones.

Izquierda Unida ha sido la formación de la coalición que ha manifestado su rechazo a esta fórmula porque "para nosotros es fundamental decir que IU no es una cuota y que somos una organización federal que va a poner todo su capital político en la construcción y fortalecimiento de las alianzas", manifestó la coportavoz federal del partido, Amanda Meyer, que también reivindicó la fuerza territorial y municipal de su formación.

La posición de las fuerzas regionales

El resto de partidos no ha puesto en duda el modelo de cuotas propuesto en la ponencia, pero todas las fuentes consultadas admiten que el documento no termina de resolver el encaje de las organizaciones en Sumar ni despeja algunas dudas planteadas.

La "organización de organizaciones" es una fórmula que no ha terminado de caer de pie en espacios como Más Madrid o Catalunya en Comú. Estos partidos apoyan la construcción de Sumar y aseguran estar plenamente implicados en el desarrollo del proyecto, pero matizan que la estructura federal que ellos manejan es la de una alianza de organizaciones en base a una institucionalidad que también dé su sitio al movimiento ciudadano.

En Más Madrid explican que, en su condición de fuerza regional, lo esencial es que en la Comunidad de Madrid se asuma que su marca es la principal en la izquierda transformadora, después de los resultados electorales cosechados en los últimos procesos municipales y autonómicos (son la principal fuerza de oposición a Isabel Díaz Ayuso y a José Luis Martínez-Almeida).

Algo parecido sucede con Catalunya en Comú, que explica que tiene su propia institucionalidad y que en la actualidad estudia la ponencia organizativa elaborada por el Grupo Promotor para aportar propuestas. "Estamos en un proceso de debate y el documento de Sumar no es el final de nada, sino el principio", trasladan fuentes del espacio.

También en Izquierda Unida trasladan que su voluntad es la de "contribuir con propuestas, como siempre hemos hecho, con lealtad pero emitiendo nuestras opiniones, porque las tenemos y porque creemos que son positivas y aportan". Esta organización fue la primera en exponer la necesidad de evolucionar la coalición electoral del 23J hacia una alianza estable y en proponer la fórmula de "federación de partidos".

En Compromís directamente han rechazado formar parte de la estructura orgánica de Sumar y de sus órganos de dirección. La formación valenciana se siente cómoda en la coalición electoral del 23J y en el grupo parlamentario del Congreso derivado de la misma, y afirma que quieren seguir teniendo una "relación bilateral" con el proyecto de Yolanda Díaz.

En Verdes Equo aseguran sentirse cómodos con el plan de Díaz para buscar un maridaje entre sociedad civil y organicidad política: "Estamos cómodos con un Sumar que aúne la participación estructural de los partidos ya existentes, como puede ser el caso de Verdes Equo como partido federal e implantado en toda España, y la de nuevas personas sin afiliación y deseosas de un proyecto justo y verde para este país", trasladan fuentes del partido, que advierten de que "en estos tiempos revueltos, más que nunca necesitamos alzar la mirada, ser generosos y contar con lo mejor de cada persona y organización".

El 23 de marzo Sumar celebrará su "asamblea fundacional", en la que pondrá en marcha sus órganos de dirección; sin embargo, este no será el final del proceso, sino que los de Díaz ya han avanzado la celebración de una nueva "asamblea constituyente" en otoño para terminar de definir el proyecto.

En este tiempo, la vicepresidenta segunda y los partidos de la coalición deberán encontrar el encaje que permita desplegar la herramienta que aspira ser fundamental en la izquierda alternativa y en la política en general.