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Una prospección determinará si los restos de 451 combatientes de las Brigadas Internacionales continúan en Fuencarral

Casi medio millar de los combatientes extranjeros llegados a la capital para defenderla de los sublevados fueron enterrados en el actual barrio de Montecarmelo, en la zona norte de la ciudad.

Placa en honor a los combatientes extranjeros llegados a la capital para defenderla de los sublevados
Placa en honor a los combatientes extranjeros llegados a la capital para defenderla de los sublevados. Guillermo Martínez

Las asociaciones memorialistas que luchaban por evitar que el Ayuntamiento de Madrid creara un cantón de la limpieza en el barrio de Montecarmelo están de enhorabuena. El Consistorio de la capital les ha comunicado que el proyecto queda paralizado a expensas de realizar una prospección en la finca para certificar que en ella se encuentran los cuerpos de 451 brigadistas que murieron los primeros años de la Guerra Civil mientras defendían la ciudad. Por fin, la sociedad sabrá si bajo esa tierra se esconden los restos de aquellas personas que arribaron en Madrid para defenderla del fascismo.

A pesar de que este enero de 2024 se ha producido el último movimiento en torno a la cuestión, la historia comienza hace casi un siglo. Una vez iniciada la Guerra Civil, cientos de voluntarios de decenas de nacionalidades se integraron en las Brigadas Internacionales en 1936. Batallas como la de Brunete y el Jarama dejaron tras de sí no pocas muertes de combatientes extranjeros, por lo que su sepultura tenía que estar a la altura de sus hazañas.

Por ello, Fuencarral, municipio por entonces independiente a Madrid capital, fue el lugar elegido para darles digna sepultura. "Decidieron enterrarlos en el cementerio municipal poniendo todos los datos que constaban de ellos: nombre, nacionalidad, edad y fecha de la muerte, aunque había otros tantos desconocidos", relata Andrés Chamorro, miembro de la junta directiva de la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales (AABI). Entre los combatientes enterrados en Fuencarral sobresalían los franceses, con 76 fallecidos; los italianos, con 42; los alemanes y polacos, con 13; y los belgas y los ingleses, con nueve.

Placa informativa sobre el cementerio de las Brigadas Internacionales
Placa informativa sobre el cementerio de las Brigadas Internacionales. Guillermo Martínez

Una vez terminada la contienda, el poder falangista instaurado en el pueblo no consintió que estas personas continuaran enterradas con honores. Una placa en la que se podía leer "Voluntarios de las Brigadas Internacionales. Tumbas de héroes por la libertad del pueblo español, el bienestar y el progreso de la Humanidad" daba buena cuenta de quiénes allí se encontraban. "Fueron considerados como una horda de marxistas que no podían estar enterrados en el cementerio, así que los exhumaron", añade Chamorro.

La única finca sin edificar en el barrio

Esta petición que llegó poco después del final de la Guerra en 1939 no se pudo materializar al momento. Las leyes sanitarias de la época marcaban que debían pasar cinco años desde el enterramiento de una persona para poder sacarla de su nicho. Así lo hicieron. En cuanto se cumplió el plazo en 1941, los 451 cuerpos de los brigadistas fueron exhumados. Desde entonces, los restos están desaparecidos.

Los 451 cuerpos de los brigadistas fueron exhumados. Desde entonces, los restos están desaparecidos.

"No hemos encontrado la localización exacta de la fosa común a la que fueron enterrados los cuerpos, pero todo indica que están en la finca en la que el Ayuntamiento quería levantar el cantón de la limpieza", incide el integrante de la AABI. Basa sus argumentos en dos aspectos tan simples como lógicos.

Por un lado, mover tantos cuerpos lejos del cementerio no tendría demasiado sentido por economía de recursos. "Tampoco creemos que fueran quemados porque eran demasiados restos para hacerlo sin un crematorio", agrega. Por el otro lado, la fotografía aérea de la zona certifica que ese es el único lugar en el que no se ha edificado todavía, pues el barrio ha crecido enormemente en los últimos años. Además, el cementerio de Fuencarral se llegó a ampliar hace unas décadas, pero tampoco apareció ningún cuerpo en los nuevos nichos excavados desde entonces.

Un informe realizado por el divulgador histórico y vecino de Montecarmelo Luis González concretiza aún más el por qué los restos, seguramente, se encuentren en la finca en cuestión, de 100.000 metros cuadrados. Según sus pesquisas, fue el gobernador civil quien afirmó que los cuerpos debían ser trasladados a la fosa común del cementerio de la localidad, sin sacarles del municipio. En cambio, el cementerio de Fuencarral no tenía fosa común, por lo que lo más probable es que los cuerpos terminaran detrás de la tapia que lindaba con la cerca del enclave.

El Estado excavará en la zona

La noticia de que el Consistorio madrileño había elegido ese lugar para el nuevo cantón de la limpieza hizo sonar todas las alarmas. "Nos avisó la plataforma vecinal de afectados, porque el barrio tampoco quiere el cantón, y rápidamente nos movilizamos junto a nuestras asociaciones hermanas de Inglaterra, Estados Unidos, Polonia, Francia, Italia y Alemania para que enviaran sus reclamaciones al Ayuntamiento", comenta Chamorro.

Pancartas en contra de la ubicación del cantón en un edificio del barrio
Dos pancartas en contra de la ubicación del cantón en un edificio del barrio. Guillermo Martínez

La primera respuesta del Consistorio no fue gratificante: "Nos dijeron que ellos no tenían constancia de nada de lo que les decíamos, y que las obras seguían hacia delante", agrega. Desde la AABI se reunieron con el secretario de Estado de Memoria Democrática y el Defensor del Pueblo.

Chamorro: "Nos han dicho que la cosa está avanzada y esperamos que no se dilate mucho en el tiempo"

Esa presión, considera Chamorro, ha sido la que ha hecho fructificar esta nueva noticia tan gratificante como esperada. "La prospección en el terreno está en manos del Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática. Tienen que sacar una licitación técnica para contratar una empresa especializada en este tipo de trabajos. Nos han dicho que la cosa está avanzada y esperamos que no se dilate mucho en el tiempo", dice orgulloso.

Si realmente los cuerpos de casi medio millar de brigadistas están en esa finca, la propia Ley de Memoria Democrática establece qué hacer con ellos. "Primero hay que intentar identificar todos los cuerpos, individualizarlos y armar su esqueleto, y después hacer un análisis de ADN, si es posible. Si hay alguien compatible, los restos irían a esa familia, pero en este caso es complicado", explica Chamorro. Por eso, él piensa que debería ser el Estado la institución encargada de la inhumación con los honores que se merecen, en el propio cementerio de Fuencarral.

Todo ello iría acompañado de un memorial, dicen desde la AABI, pues dicho cementerio fue el lugar elegido por las propias Brigadas Internacionales para descansar eternamente. "Así se dignificaría ese espacio como un lugar de memoria y la gente lo podría conocer como tal", arguye. Sea como fuere, la prospección que realizará el Ministerio de Memoria Democrática es solo un paso más para conocer mejor y poner en su sitio la historia de este espacio neurálgico para las Brigadas Internacionales, ya que todavía se desconoce el paradero de 451 fallecidos en el frente de batalla mientras defendían a Madrid de las garras fascistas.

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