Público
Público

Reforma laboral La patronal se resiste a la limitación de los contratos temporales que quiere impulsar Trabajo

El departamento dirigido por Yolanda Díaz quiere acotar en el tiempo la duración de los contratos temporales y acabar con ciertas modalidades contractuales precarias e inestables. El empresariado no ve con buenos ojos la propuesta si no se da una alternativa.

Foto de enero de 2020, de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, con los secretarios generales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, y los presidentes de CEOE y de Cepyme, Antonio Garamendi y Gerardo Cuervas.
Los líderes de los agentes sociales y la vicepresidenta de Trabajo en una imagen de archivo.

La mesa de diálogo social que aborda la modernización del mercado laboral (donde se incluye la derogación de la reforma laboral, entre otras muchas cuestiones) acumula ya más de dos meses de trabajo; dos meses en los que se han producido algunos avances, pero en los que también han irrumpido algunas piedras en el camino. La última tiene que ver con la propuesta que la Vicepresidencia Tercera de Trabajo ha puesto sobre la mesa con el objeto de limitar los contratos temporales tanto en su duración como en su aplicación.

El ministerio dirigido por Yolanda Díaz quiere acotar la duración del contrato temporal por causas productivas por un máximo de seis meses, o un año como máximo si así lo establece el convenio el sectorial.

La ministra ha puesto el foco en aquellos contratos por obra y servicio, y en los eventuales por circunstancias de la producción, tras denunciar que hay un abuso por parte de las empresas de este tipo de modalidades contractuales, una situación que ha sido denunciada incluso por el Tribunal Supremo en el caso de las denominadas subcontratas.

Además de limitar su duración, Trabajo quiere que la empresa justifique de manera clara cuáles son las razones y las necesidades que las han llevado a seleccionar esa modalidad contractual y no otra, forzándolas a explicar por escrito las causas, las circunstancias y la duración del contrato; y, en caso de incumplimiento, que se vean obligadas a hacer indefinido al trabajador.

Esta propuesta, que la Vicepresidencia de Trabajo ya ha trasladado a los agentes sociales, no ha sido bien recibida por las patronales. Según fuentes del diálogo social, el empresariado se opone a la limitación de la temporalidad si no hay una propuesta alternativa. El martes, la propia Díaz denunció desde el Consejo de Ministros el abuso del contrato temporal y avanzó que la intención del Gobierno era ponerle coto a esta situación.

"El modelo es brutal y sí, vamos a estar ante una reforma de fondo, de calado, vamos a reducir la temporalidad de los contratos, que es la gran anomalía española. Solo se puede acudir a la temporalidad cuando exista una causa que la justifique", explicó la titular de Trabajo.

Un compromiso adquirido con Bruselas

Más allá de la posición del Ejecutivo, la reducción de la temporalidad y la simplificación de las modalidades contractuales son compromisos adquiridos con Bruselas en el marco de la recepción de los denominados fondos europeos de reconstrucción. 

El departamento dirigido por Díaz se comprometió a impulsar un gran pacto por la estabilidad en el empleo entre el Ejecutivo y los agentes sociales, un pacto que propondría una simplificación de las modalidades contractuales actuales para reducirlas a tres figuras fundamentales: el contrato indefinido, el contrato temporal justificado y limitado, y el contrato de formación.

El contrato indefinido se plantearía para que se convierta en la forma habitual de contratación, "generalizando su uso por parte de las empresas convirtiéndolo en la norma general de la relación laboral entre la empresa y la persona trabajadora". El temporal debería, según el ministerio, responder siempre a "una causa que justifique su utilización, vinculada a necesidades temporales que no se pueden cubrir con un contrato indefinido". Por último, el contrato formativo debería servir para facilitar la incorporación al trabajo de personas con falta de experiencia laboral.

Pese a las reticencias de las patronales, tanto los principales sindicatos como la Vicepresidencia de Trabajo se muestran optimistas con llegar a un punto de encuentro tanto en el apartado de la limitación de los contratos temporales (y la simplificación contractual en general) como en el resto de temas que se están abordando en la mesa de negociación.

"Creemos que es un punto de partida. Es necesario acotar la causalidad de los contratos temporales y hay que buscar fórmulas para que al empresario no le salga barato contratar de manera fraudulenta. Tenemos que seguir avanzando pero recordándole a la patronal que no puede tener derecho de veto. Esperamos que vayan modificando su posición y que vayamos avanzando en la negociación. Creemos en el acuerdo con la CEOE y para eso todos tenemos que flexibilizar nuestras posiciones", apuntan fuentes sindicales.

En la mesa también se están abordando otras reformas en materias como la subcontratación y el reequilibrio de la preponderancia entre los convenios.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias