La formación política EH Bildu ha criticado la decisión de la Mesa del Congreso de vetar la comparecencia de la ministra de Defensa, Margarita Robles, para explicar el papel de Luis Alberto Perote, antiguo coronel de los servicios secretos del CSID, en la muerte por torturas de Mikel Zabalza. 

La Mesa del Congreso ha justificado el veto porque la petición del grupo político "supone una valoración de actuaciones de un Gobierno de una legislatura anterior y versaría sobre materia ajena a la competencia del Gobierno".

En una nota de prensa, los representantes de EH Bildu consideran que esta decisión "no debe pasar por alto" y agregan que se pretende "blindar al régimen del 78 de cualquier responsabilidad en torno a la práctica sistemática de la tortura contra miles de ciudadanos y ciudadanas vascas". 

El portavoz adjunto del grupo parlamentario, Oskar Matute, ha manifestado que "es incomprensible que investigar la participación e impunidad de miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la práctica de torturas y asesinatos sea considerada por el Congreso 'materia ajena a la competencia del Gobierno'". 

Los soberanistas vascos afirman que la negativa del órgano rector y de representación del Congreso "confirma el silencio y la doble vara de medir de las estructuras de poder del Estado español, que siguen instaladas en el ninguneo a las víctimas de la tortura y la negación de una práctica sistémica que afecta a más de 4.200 casos confirmados entre 1960 y 2014". 

Defienden además que el uso de la tortura "sigue en la más absoluta impunidad" y añaden que esto supone que el Estado "siga manteniendo verdaderas carencias democráticas". 

Un rechazo "incomprensible"

La coalición abertzale reclamó las explicaciones de Robles en sede parlamentaria después de que el Público publicase una conversación entre Perote y el capitán de la Guardia Civil, Pedro Gómez Nieto, en la que admiten que Zabalza murió tras ser torturado.

Bildu cree que el rechazo de la mesa del Congreso es "incomprensible" y que lo que busca es "blindar el régimen del 78 de cualquier responsabilidad en torno a la práctica sistemática de la tortura contra miles de vascos" lo que, para Oskar Matute, da "verdaderas muestras de las carencias democráticas del Estado".