En un recuento menos ajustado de lo previsto, Trias por Barcelona —la lista de Junts en la capital catalana— se ha impuesto al PSC de Jaume Collboni y a la Barcelona en Comú de una Ada Colau que lo tiene prácticamente imposible para continuar como alcaldesa de la ciudad. Estas elecciones municipales, por tanto, supondrán muy probablemente un cambio profundo en la política barcelonesa. Sin embargo, tanto Collboni como Colau no renuncian a un "gobierno progresista", que ahora mismo parece improbable por la negativa de ERC.

La candidatura liderada por Xavier Trias —que ya fue alcalde entre 2011 y 2015— ha conseguido 11 concejales, uno más que el PSC y dos por encima de BComú. La ERC de Ernest Maragall se ha desplomado y ha perdido la mitad de sus representantes —de 10 a 5—, mientras que el PP de Daniel Sirera doblará su presencia en el consistorio al pasar de 2 a 4 concejales. Otra de las noticias de la noche es la irrupción de la ultraderecha de Vox, que se estrenará en el ayuntamiento con 2 concejales. El partido ha recibido casi 38.000 votos.

La lista de Trias se ha acercado a las 150.000 papeletas (22,4%) y ha superado en más de 17.500 tanto a Collboni (19,8%) como a Colau (19,8%). Entre socialistas y Comuns la diferencia ha sido de apenas 141 sufragios. Estos resultados lo sitúan como principal favorito para obtener la alcaldía, que tendría garantizada simplemente con un acuerdo con el PSC, ya que entre ambas formaciones suman los 21 concejales que establecen la mayoría absoluta.

La alternativa implicaría un acuerdo a tres entre PSC, BComú y ERC, que se elevaría a 24 concejales, aunque políticamente parece un escenario improbable, sobre todo por la poca predisposición de Maragall y Esquerra a explorarlo. Ahora bien, en su valoración de los resultados, tanto Collboni como Colau han apelado a algún entendimiento "progresista", si bien el socialista ha dejado claro que "Barcelona ha votado cambio".

Paralelamente, durante las dos semanas de campaña tanto Trias como Collboni han mostrado sus coincidencias programáticas en varios de los grandes temas de ciudad —apuesta por la ampliación del aeropuerto, por impulsar aún más la llegada de turistas, por paralizar o, directamente, revertir la pacificación de calles a través de las supermanzanas, o incentivar la celebración de grandes eventos—. Y ninguno de los dos ha negado la posibilidad de llegar a un acuerdo para gobernar conjuntamente, algo que ambas formaciones ya han hecho en la Diputación de Barcelona durante el último mandato.

Como ya apuntaban la mayoría de sondeos, la CUP no ha logrado representación y se ha quedado por debajo del 4% de los votos, a más de un punto de superar el umbral mínimo del 5% para entrar en el pleno municipal. Su resultado ha sido incluso peor al del 2019 y apenas ha recibido 25.341 sufragios.

A diferencia de PP y Vox, Valents y Ciutadans —las otras dos formaciones de la derecha españolista— han sumado un apoyo absolutamente residual. La formación liderada por Eva Parera apenas ha recibido el 2,3% de los sufragios y Cs, candidatura que encabezaba Anna Grau, se ha quedado en poco más del 1,1%. En la línea de lo que le ha ocurrido en el conjunto del estado, Cs ha dado un nuevo paso hacia la desaparición definitiva.

Trias se ve alcalde

Xavier Trias ha celebrado la victoria en medio de una gran euforia de su equipo y los militantes presentes en el Hotel Catalonia Ramblas. El candidato que regresó de la jubilación por disputar la alcaldía a Ada Colau ha recordado que nadie hubiera dicho "hace seis meses y tampoco hace tres horas" que conseguiría este resultado, informa Emma Pons.

"Me presentaba para ser alcalde y seré alcalde", ha afirmado con satisfacción. Trias ha reconocido los ajustadísimos resultados y ha felicitado a sus adversarios, de los que ha dicho que intentará colaborar "estrechamente" para "hacer Barcelona mejor". "Mi trabajo será conseguir hacer gobierno y sobre todo una dedicación plena en Barcelona para que sea la ciudad de todos".

El republicano Ernest Maragall ha emplazado a Trias a liderar "un gobierno fuerte y estable" en la capital del país. En una breve comparecencia desde la Estació del Nort —acompañado por todo el equipo de ERC y el presidente del Govern, Pere Aragonès—, Maragall ha subrayado que corresponde a Trias la "responsabilidad e iniciativa" de liderar la construcción del nuevo ejecutivo.

Colau pide explorar un acuerdo progresista

Los últimos en valorar los resultados han sido Ada Colau y Jaume Collboni. El dirigente socialista, que ha sido bastante breve, ha proclamado que "Barcelona ha votado cambio y ha votado progresista, tenemos la oportunidad y el deber de abrir una nueva etapa de progreso y estabilidad en la ciudad de Barcelona. Quiero decir de forma muy clara que el PSC no renuncia a nada". Dicho con otras palabras, pasa página a la etapa Colau, pero en ningún caso renuncia a ser él el alcalde.

Más larga ha sido la intervención de la actual alcaldesa, que se ha confesado "emocionada" y ha explicado que ha felicitado a Trias por la victoria. Ahora bien, esto no significa que dé por sentado que éste tenga que ocupar la alcaldía, ya que ha recordado que sólo ha sumado 11 concejales, mientras que las fuerzas progresistas —donde ella sitúa a PSC y a ERC, aparte de BComú— tienen 24 y, por tanto, considera que éstas tienen la "obligación" de sentarse a hablar y explorar un posible acuerdo de gobierno. Asimismo, se ha mostrado convencida de que muchos de los proyectos impulsados en los últimos ocho años "no tienen marcha atrás, porque la ciudadanía los defenderá".