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Francia vota pendiente de los electores 'sin candidato'

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Francia vota con las sensación de estar en una encrucijada histórica, unas elecciones en las que la clave no está en los las partidarios de los dos rivales en liza. Como el parisino, por ejemplo, que ve a Macron como un buen presidente. Y alaba su inteligencia. O la vecina del norte que ve en las urnas un dilema -"Sobrevivir en Europa con Macron o vivir en Francia con Le Pen"- y se queda con lo segundo. El peso de esos votos se sabe. Lo decisivo es lo que aún no se conoce. Hasta dónde llegará el voto del descontento y el agravio. "No votaré por Macron porque ha dañado demasiado a la gente y solo piensa en los ricos", dice una mujer de la 'banlieu' de Paris. "Hizo muchas promesas que no cumplió", señala otra. "Cuando cuenten los votos, encontrarán abstenciones y sabrán que la gente no está contenta con los candidatos", remacha un tercer ciudadano en la misma zona deprimida de la capital. Anticipan los tres la abstención o el voto el blanco de muchos de los que apoyaron al líder de izquierda Jan Luc Melènchon en primera vuelta y no ven en los finalistas - Macron y Le Pen- más que dos caras de una misma moneda. "Hay gente que no ve la diferencia entre los dos candidatos y eso lo encuentro extremadamente inquietante", comenta una ciudadana a las puertas del colegio en el que, ella sí, acaba de votar.

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