Garriga, diputado de VOX, llega tarde a su turno en el Parlament ¿Problemas con la mascarilla o estaba en el bar?
Publicidad
Videos
El líder de VOX en el Parlament de Cataluña, Ignacio Garriga, ha llegado tarde a una intervención en la tribuna y ha tenido que disculparse por la tardanza al tomar la palabra. La cuestión es precisar si el motivo del retraso es porque tenía problemas con su mascarilla, como le han hecho llegar a la presidenta de la Cámara para explicar lo ocurrido, o porque, según lo que apuntan algunas fuentes, estaba en el bar. El contraste entre la versión oficial y la oficiosa es evidente en este episodio que ha tenido lugar cuando a Garriga le ha llegado en turno de intervenir en el pleno, después de que el presidente catalán, Pere Aragonès, informara de la composición de su nuevo consejo ejecutivo. El líder de VOX no estaba, y la presidenta de la Cámara, Laura Borràs, le ha excusado con el argumento de que tenía "problemas" con la mascarilla. En los pasillos del Parlamento, sin embargo, alguien ha dicho haber advertido que en ese momento en el que se esperaba su réplica al president, Garriga estaba en el bar que hay en el edificio. -Redacción-
Publicidad
Lo + visto
- 01 Sol vuelve a lucir tricolor: miles de republicanos piden el fin de la monarquía a los 10 años de reinado de Felipe VI
- 02 "He leído etiquetas de champú mejor escritas": cachondeo con la nueva crónica de Rajoy del partido de España en la Eurocopa
- 03 A doña Leonor no la dejan ir de fiesta
- 04 La mala educación en Madrid
- 05 Cuando descansar en casa se vuelve un privilegio: la expansión de los Airbnb pone en riesgo los derechos de los inquilinos
- 06 La cumbre sobre Ucrania reclama seguridad nuclear y de tránsito marítimo en una declaración que no firman 13 países
- 07 Querida Leonor (Por culpa de un azar sin mérito)
- 08 Madrid, el epicentro de "la máquina del fango" contra el Gobierno
- 09 El chalet en los Picos de Europa que regalaron a Alfonso XIII y acabó como refugio del maquis
- 10 Alquilar una habitación en España ya es un lujo: su precio se dispara un 42% en cinco años, hasta los 500 euros de media