Así fueron los 99 días de estado de alarma que el Constitucional declara ahora inconstitucional
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El confinamiento fue silencio, vacío y miedo. Todo se paró para parar un virus que se extendía a borbotones y dejaba tras de sí su estela terrible de muerte. Salvo algunos trabajos sólo se salía a comprar o a pasear al perro. Durante los primeros dos meses la mascarilla no fue obligatoria. Era un bien de lujo, imprescindible para los sanitarios. Como los EPIS, como los respiradores que se empezaron a fabricar donde antes se hacían motores o llegaban por avión en vuelos especiales. Ellos, los sanitarios, fueron los únicos capaces de vencer al silencio. Cada tarde, a las 20:00 horas, España salía al balcón a aplaudirlos. Para ellos y para ver caras diferentes a las de casa. Esas casas convertidas en centros de trabajo y en colegios. Porque los colegios fueron los primeros en cerrar. Y el 2 de mayo fue el día en que empezaron los paseos por estrictas franjas horarias. Dos días después comienza la desescalada por fases y territorios, y fue el momento de volver a las terrazas. A las 00:00 horas del 21 de junio, 99 días después, el primer estado de alarma terminó. -Redacción-
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