Opinión · Asaltar los Suelos
Lo que no cuenta el vídeo del PP
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La política comunicativa del PP ha vuelto a irrumpir en la escena pública. En esta ocasión con un vídeo que pretende asemejar la “recuperación” económica que vende el Gobierno con la de una mujer que entra en urgencias en estado crítico y, gracias al esfuerzo del personal sanitario, consigue “recuperarse”.
Este relato metafórico se puede considerar, cuanto menos, sesgado. Podría quizás ser cierto para un reducido número de personas, que apenas han sufrido la crisis gracias a que se han beneficiado de bastante ayudas públicas, como podrían ser los propietarios y directivos del sector bancario.
Para el resto de la ciudadanía, sin embargo, el relato del vídeo debería ser algo diferente.
Por ejemplo, según la paciente es ingresada y el personal sanitario se da cuenta de que su estado es peor del esperado, no deberían aplicar el protocolo establecido. Quizás sería más fidedigno que los médicos comenzaran a quejarse porque la información que les ha llegado de la ambulancia no era correcta y que, en esa situación, no pueden proceder como más convendría. A continuación, derivan a la paciente a un centro privado en el que evalúan el protocolo que deben aplicar y sobre todo, su coste.
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Una vez recuperado el pulso de la paciente, comienzan a aplicar un tratamiento. En este punto faltan un par de escenas fundamentales. En la primera, los médicos deciden qué partes del cuerpo no necesita su paciente para salir adelante. Puede prescindir de un riñón, no todos los miembros son necesarios y habrá algún órgano como el bazo sin el que también podrá vivir. La calidad de vida que tendrá la paciente no es la prioridad, no olvidemos que hay una factura sanitaria a la que tendrá que hacer frente. En la siguiente escena se vería a los médicos diciendo que la paciente había llegado a este estado porque había vivido por encima de sus posibilidades.
Tras cuatro largos años de intervenciones, en el vídeo se le da el alta a la paciente. En realidad lo que debería figurar en el guion es que los médicos dan una rueda de prensa en la que presumen de la evolución de la paciente. Argumentan que han hecho una gran labor, ya que la enferma, a pesar de seguir en un estado crítico, muestra mejores síntomas que otros pacientes que todavía siguen en la UCI. La prensa les realiza una serie de preguntas: ¿La paciente volverá a tener la misma calidad de vida que tenía antes de ser ingresada?, ¿Son ciertas las acusaciones de financiación ilegal de la clínica?, ¿Hasta cuándo tendrá que estar pagando la paciente el coste de su tratamiento y a costa de qué?, ¿Había terapias alternativas y menos invasivas? Los médicos recuerdan que en la rueda de prensa no se admiten preguntas.
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Incluso podría añadirse una nueva escena: los médicos vuelven a visitar a la paciente. La informan de que no han podido visitarla antes porque han estado de gira mostrando sus informes médicos por todo el país. Además, tienen una mala noticia: mañana se celebran elecciones, y si se equivoca votando, todo el tratamiento que ha recibido no servirá para nada.
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