Cargando...

Opinión · Posibilidad de un nido

Bienvenidxs al Planeta Alzheimer

Publicidad

Concha San Sebastian, en 'Planeta Alzheimer'.

La señora se llama Concha San Sebastián. Está sentada en una mesa limpia bebiéndose un batido de chocolate que le gusta mucho. Viste una blusa negra, pinta canas revueltas y tiene esa mirada de cuando las ballenas trasmiten la paz obstinada que desafía al tiempo y al océano. Dice que no recuerda haberse puesto la camisa y su hijo le cuenta que sí, que se la ha puesto ella, pero es él quien se la ha abotonado. Él se llama Endika Zulueta y es abogado.

Click to enlarge
A fallback.

Endika: ¿Sabes lo que es la felicidad?

Concha: ¿Lo que era?

E: Lo que es.

C: Ah, lo que es. Lo que yo tengo. Yo soy feliz.

E: ¿Ah sí?

C: Sí.

E: ¿Y cuál es el truco?

C: No lo conozco.

E: ¿No tienes un truco?

C: No tengo truco.

E: Pero, si yo quiero ser feliz, ¿qué tengo que hacer? ¿Tú cómo haces para ser feliz?

C: Serlo.

E: ¿Por qué te lo propones y ya está?

C: Yo pienso que voy a ser feliz y lo soy automáticamente.

E: ¿Pero solo con el pensamiento?

C: Solo con el pensamiento tengo suficiente.

E: ¿El pensamiento puede al corazón?

C: Puede con todo.

E: ¿Quién quiere ser más feliz, tu corazón o tu cabeza?

C: Deben de estar los dos de acuerdo, porque no falla ninguno.

E: ¿Se ponen de acuerdo los dos?

(…)

E: ¿El pasado existe?

C: No lo sé.

E: ¿Qué es el pasado?

C: El pasado es algo que ha pasado. Y que no lo tengo yo.

E: ¿El futuro lo tienes tú?

C: El futuro lo tienes tú… y tú, y tú, y solamente tú.

E: Tú no, ¿no?

C: Yo no lo tengo.

E: Claro, por eso eres feliz.

C: Por eso soy feliz, porque tú eres feliz.

E: Claro, por eso yo soy feliz porque tú eres feliz.

C: Claro. Dame chocolate.

El final de esta conversación esconde un secreto que revela este diálogo y no desvelaré yo aquí, porque hay que oírselo a ella. Y a él:

Planeta Alzheimer es un canal de vídeos muy breves donde el abogado Endika Zulueta dialoga con su madre: “Mi madre se llama Concha San Sebastian (y nació en Bilbao). Tiene 85 años. Vive en Planeta Alzheimer”, explica Zulueta.

“Al principio yo no quería asumir su enfermedad. Ahora trabajo la aceptación (no resignación), y decidí explorar su planeta.

Con estos videos pretendo compartir una imagen amable de la enfermedad. Una humilde propuesta alternativa que pueda ser utilizada por familiares, cuidadorxs y profesionales que se enfrentan diariamente, no a la enfermedad, sino a las personas enfermas.

Publicidad

La visión de la vida desde un planeta en el que se vive el presente de forma absoluta; una perspectiva de la que tanto tenemos que aprender.

En el maravilloso documental Bicicleta, cuchara, manzana, a mi Pasqual Maragall le preguntan “¿cómo te gustaría que fuese esta película?”, y responde (como lo hubiera hecho mi madre): “divertida”. https://fpmaragall.org/bicicleta/

Dentro del drama, invito a tomar conciencia de que, en Planeta Alzheimer, como en el planeta tierra, el amor y el humor nos salvan.

Me resulta absolutamente imposible describir a Concha. Solo puedo contar lo que yo siento. Siento que en algún lugar dentro de mí habita una Concha, quizás porque deseo que así sea. Esa mujer que sabe responder “no lo sé” cuando no lo sabe, así, escueta e inmediatamente. Esa mujer que canta, baila, no se anda con milongas, no pacta con la realidad, come con deleite y responde sin meditar las consecuencias. Esa mujer que habita en un planeta delicadísimo y conciso como la raspa de la vida. Habita este preciso instante.

Publicidad

Desde que me suscribí al Planeta Alzheimer, espero ansiosamente el siguiente diálogo. No solo porque cada entrega es una lección de vida, un golpe de ternura y firmeza, sino porque estamos ahí. Por fin nos acercamos, después de tanto llenarnos la boca con la “salud mental”, a un mirarla a la cara sin conmiseración. Zulueta lo hace. O sea, puede hacerse.

Cuando el hijo de Concha San Sebastián escribe “el humor y el amor nos salvan” no dicta la frase para un calendario en redes. Retrata lo que hacen él y su madre cada vez que se sientan a dialogar en ese planeta donde ella habita y al que se llega con preguntas y risa franca.

Publicidad

Entren, entren al Planeta Alzheimer, son seguro bienvenidxs.

Publicidad

Publicidad