Cargando...

Opinión · Posibilidad de un nido

Aquí barremos todas

Publicidad

Ay, barrer, esa actividad extraña que, según me informan, ya nadie realiza. Me dicen que ahora se aspira. Pues han de saber ustedes, las que aspiran, que no lograrán un vientre plano ni un busto firme, ni unas nalgas altas, prietas y redondeadas, como nos explicaban las revistas femeninas allá por los años 90.

Click to enlarge
A fallback.

Recuerdo los artículos donde, a modo de los actuales tutoriales, te enseñaban los movimientos más útiles a la hora de la “limpieza del hogar” para que además sirvieran como ejercicios gimnásticos, de tonificación, o así. Yo lo hice. Lo juro. Será por eso que sigo barriendo. Quien sí aspiraba era Freddy Mercury en aquel mítico vídeoclip de I want to break free. Claro que, para que todo encajara, tuvo que travestirse. Ay, los hombres.

Imagen del videoclip de Queen de su canción 'I want to break free'

Trato de meterme en la cabeza de la persona que ha pergeñado la campaña del PCE para este 8M con el título de Barriendo al patriarcado. En el manifiesto, además de al patriarcado, también llaman a “barrer la brecha salarial”, o “barrer la concepción capitalista del trabajo”, e incluso a “dar escobazo al sistema capitalista y patriarcal”. A la autora del asunto se le van a poner, barriendo barriendo, los pechos de Afrodita, la de Mazinger Z.

Publicidad

— Partido Comunista de España (@elpce) March 1, 2023

Por lo demás, todo este asunto –el lema, la profusión de comunistas escobas, la campaña– me parece entrañable en su inocencia, candoroso, sin impostura. No sé, tras las primeras carcajadas, me ha producido un pequeño gozo antiguo. No hay malicia en lo que muestra. Hay mujeres que barren, friegan y pasan la mopa. Porque, en definitiva, quienes seguimos limpiando, cuidando, alimentando y ocupándonos de eso que llaman “tareas del hogar” somos nosotras, las mujeres. Así que el cartel podría tomarse con el fondo de humor que en realidad tiene, y así me sale a mí. Será porque barro.

Venga, pongamos que desde el Partido Comunista se hubieran lanzado con algo verdaderamente rompedor. Por ejemplo: Dejar el lema cómo está, pero que los brazos fueran masculinos, que quien alzará escoba, mopa o fregona fueran los hombres, en este caso del PCE. ¿Original? Sin duda. Y chocante también. Pero ya me disculparán los camaradas si les digo que falso falsísimo de toda falsedad. Y habría que oír en tal caso a quienes ahora critican los brazos femeninos enarbolando instrumentos de limpieza y llamando a “barrer”. Habría que oírles tronar contra el falseamiento de la realidad, la suplantación y el retrato de una sociedad que no existe. Con razón.

Publicidad

Otra posibilidad sería que en la campaña los brazos femeninos enarbolaran símbolos de profesiones anteriormente ocupadas por hombres, como microscópicos, fonendos, cascos de astronauta, balones de fútbol. Ya me perdonarán, pero me parece que el verbo barrer supera lo anterior y viene como anillo al dedo. Porque barrer, lo que se dice barrer, barremos todas. Incluso las que aspiran.Así que después de partirme de risa, me quedo con el candor de esta opción real como la vida misma. ¿Torpeza? Al tercer vistazo ya me parece que no tanto.

Publicidad

Publicidad