Cargando...

Opinión ·

Más armas y más deuda para España

Publicidad

Pere Ortega, Investigador del Centro Delás de Estudios por la Paz

La propuesta de presupuesto de Defensa para 2016 está llena de trampas. Se nos dice que como estamos saliendo de la crisis es posible aumentar el presupuesto de Defensa en un 3’5%. Pero la realidad es otra. El gasto militar de 2016 no subirá un 3,5%, sino no menos de un 30%. Porqué hay trampas, por un lado, como ya anunció el secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles, en la Comisión de Presupuestos del pasado 20/8, el pago de las armas de los Programas Espaciales de Armamentos (PEAs) se llevará a cabo, como en años anteriores, con un crédito extraordinario que superará los 1.000 millones de euros; cuando en la propuesta de presupuesto se consignan tan solo 6,8 millones.

Click to enlarge
A fallback.

Pero esto mismo hay que hacerlo extensible a otras partidas. En el presupuesto de Defensa de este año 2015, en junio ya se han incorporado 2.154 M, un 31% sobre el presupuesto inicial del Ministerio, y a finales de año seguro que serán más. Las partidas más significativas es la ya indicada del pago en armamentos y la de misiones en el exterior, en la que se consignan 14,3 M y este año ya se llevan incorporados 959 M. Además de las ventas de patrimonio del Ministerio. Cada año se permite que Defensa enajene terrenos, viviendas militares y cuarteles, y que incorpore esos ingresos en su presupuesto para gasto ordinario; este año, de momento por un valor de 207 M. No hay que olvidar que Defensa era - hoy quizás no, pues lleva quince años vendiendo patrimonio -, el Ministerio con mayor patrimonio del estado y se le ha permitido pasarlo a manos privadas.

Pero de todas esas trampas, la que más debería preocupar a la oposición política y a la opinión pública es la destinada a nuevos armamentos, pues ahí radica el mayor escándalo presupuestario por las enormes deudas que acumula; lo que hemos venido en llamar la “burbuja armamentística”. Recordemos que al finalizar la legislatura de Rodríguez Zapatero, en diciembre de 2012, según declaró el entonces Secretario de Defensa, Constantino Méndez, se adeudaba por los PEAs 33.000 M. De esa cifra, a fecha de hoy, según Defensa, se han abonado 3.542 M, entonces se adeudan, unos 30.000 M. Pero el Ministerio, el SEDEF, llevó a cabo una reprogramación de los PEAs en 2013, allí se indicaban 8.000 M pendientes de financiar y 15.000 M correspondían a los anticipos entregados por el Ministerio de Industria a las empresas y se rebajaba la deuda de los PEAs a 26.000 M€, mediante una suposición, o trampa, algunos de esos grandes programas de armas se preveía exportarlos (13 aviones A400M) y atrasar la fabricación de 15 cazas EF-2000.

Publicidad

El gran problema que tiene Defensa es como devolver los hoy 16.000M€ prestados a las industrias de armas como anticipos desde el Ministerio de Industria. Pues según las empresas cuando entregan las armas les descuentan los créditos concedidos, pero en cambio Defensa no devuelve el préstamo al Tesoro. Un lio contable del que no saben cómo resolver, pues si se condonan, esos 16.000 M pasaran a formar parte del déficit público.

Pero a pesar de esa enorme deuda, Defensa continua programando nuevos grandes armamentos, una fragata F.110 (800 M que podrían ampliarse a cuatro y alcanzar los 3.200 M), el blindado 8x8 (1.500 M), cuatro drones UAV Reaper (171 M), y tres aviones cisternas, que en los próximos diez años con los equipos apropiados podrían alcanzar los 10.000M. Así, en el presupuesto de 2016, se prevé conceder nuevos préstamos a interés cero a las empresas desde el Ministerio de Industria por valor de 468 M; y Defensa prevé los primeros pagos para los drones y los blindados 8x8. Es decir, no se sabe cómo resolver el endeudamiento anterior y se inician nuevos programas de armas en una fuga hacia delante que sumirá a Defensa en una deuda perpetua con las empresas y en una hipoteca que heredarán los futuros gobiernos.

Publicidad

¿Y quién se beneficia de todo ese colosal gasto? Sin duda, las tres grandes empresas militares de España, Airbus Defence and Space, Navantia e Indra que, curiosamente son empresas cuyo accionista es el Estado español a través de SEPI. De Navantia se posee el 100%, de Indra, el 20’4%, y Airbus el 4%. Empresas que son parasitarias del Ministerio de Defensa, pues dependen exclusivamente de sus demandas y que trabajan en forma de oligopolio, pues no tienen competencia en sus ámbito sectorial y viven gracias al trato de favor que les concede el gobierno.

Publicidad

Publicidad