Opinión · Diario de Bali
60 policías para proteger a Narbona
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El complejo turístico de Nusa Dua, en el sur de la isla indonesia de Bali, es uno de los destinos más solicitados para disfrutar de la luna de miel. Sin embargo, en las últimas semanas, los lujosos hoteles han cambiado su clientela de los enamorados a los diplomáticos custodiados, además, por centenares de guardaespaldas y policías. Un ejemplo: sólo la ministra española de Medio Ambiente movilizó en Sumatra a 60 policías.
La presencia en Bali de más de 130 jefes de Estado y de Gobierno y ministros ha supuesto que la vigilancia se despliegue por tierra, mar y aire. Centenares de policías armados con metralleta patrullan las calles, hoteles y playas. Fragatas de guerra vigilan cualquier movimiento de embarcaciones sospechosas. Los helicópteros, mientras, sobrevuelan las instalaciones ocupadas por negociadores y periodistas venidos de todo el planeta.
Llama la atención del contraste entre los militares armados y los pocos turistas que toman el sol en las lujosas tumbonas de la playa o reciben un masaje con vistas a las playas tropicales. La seguridad se extrema hasta tal punto que la sala de rueda de prensa ha sido desalojada hoy durante media hora para comprobar que no había ningún objeto sospechoso antes de la conferencia de la delegación de EEUU y, posteriormente la del secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon.
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Los jefes de Estado y de Gobierno tienen reservada una entrada especial --con alfombra roja incluida--, mientras que ministros, el resto de personal y los periodistas entran por una puerta diferenciada. Incluso el presidente de Indonesia acude al servicio rodeado de cinco guardaspaldas armados.
Lo único que no controlan las fuerzas de seguridad es el asfixiante calor, que no deja tregua y que, junto a la elevada humedad de más del 90%, impide cualquier paseo que no sea bajo uno de los paraguas ofrecidos por los hoteles. Dentro de cuatro días, cuando la Conferencia de Cambio Climático haya terminado, los recién casados recuperarán su “paraíso en la Tierra”, como dice el cartel que da la bienvenida al hotel.
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