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Opinión · Dominio público

Carlos 'Che' Lesmes

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El presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, ha probado estos días la amarga medicina que supone salirse del guión establecido por quien te elige para el puesto. Cómo será ese guión, en todo caso, que Lesmes ha llegado a advertir contra las artimañas que están intentando que incumpla la ley reformada in extremis por el Gobierno PSOE-Unidas Podemos para que el CGPJ pueda nombrar este mes a los dos magistrados del Tribunal Constitucional que le corresponden. ¿Y quiénes se oponen a esos nombramientos? El PP y el sector conservador del Consejo, nombrado por el PP cuando eran gobierno. Sorpresa...

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Las acusaciones del presidente del CGPJ son de tal gravedad que deberían estar abriendo todos los periódicos e informativos si este país tuviera un poder judicial serio e independiente, pero no es el caso, al contrario. Este martes 6 de septiembre, el mismo Lesmes abrirá el Año Judicial por cuarta vez con el CGPJ en funciones y el PP de Alberto el Moderado Núñez Feijóo, en rebeldía. Es tan kafkiana la situación que la actitud inconstitucional del principal partido de la oposición ha convertido a  Lesmes en un revolucionario, Carlos Che Lesmes, y, encima, por querer cumplir la ley, aunque no le guste, que es exactamente lo que nos exigen a usted y a mí para no meternos en un lío.

Nuestro Che con toga y puñetas convocó ayer una rueda de prensa para denunciar un complot mediático, judicial y PPartidista que busca evitar la renovación del Tribunal Constitucional (TC), al modo del bloqueo instaurado en el CGPJ. De todo lo publicado estos días sobre las componendas para este bloqueo (magistrados del Supremo que se niegan a ir al Constitucional, Lesmes que aspira a ingresar el TC y por eso quiere la renovación ahora, el juez Manuel Procés Marchena que habría declinado un ofrecimiento de Pedro Sánchez en 2020 para ir al Constitucional,...), Carlos Lesmes se queda con nada. Sí, niega la mayor sobre sus aspiraciones y no confirma ni desmiente el resto, pero se le vio muy enfadado en una convocatoria inesperada, sobre todo, en él, que no se prodiga en exceso en los medios.

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Es comprensible que tras cinco años despidiéndose ante el rey de la Presidencia del CGPJ en la apertura del Año Judicial y sin capacidad para hacer los nombramientos que le corresponden, Lesmes esté algo abochornado y "hasta los cojones de todos nosotros", pero el daño está hecho gracias, entre otros, al propio Lesmes, que no ha dudado en aferrarse al cargo como si el bloqueo no fuese con él y sí con el partido ... que le nombró. La crisis en el Poder Judicial es de tal calibre que me sorprendería que algún ciudadano o ciudadana pueda mostrar el más mínimo respeto a la institución a estas alturas, cuando lo único que se ve es a un puñado de altos funcionarios poniéndose zancadillas unos a otros para mantener su influencia ideológica conservadora mientras el PP azuza la contienda sobre el barrizal que ha derramado encima de la Constitución. Nada menos.

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