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Opinión ·

Cada día más convencido. Somos cientos de miles

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Mitoa Edjang Campos

Piloto de Transporte de Línea Aérea. Productor y Director del Vórtice Radio.

www.elvorticeradio.com

Lo dije y lo digo, este 2017 cada día me gusta más.

Hace poco asistí a la conferencia “Ideología, economía y psicología” de Eduardo Sánchez Gatell en el Ateneo de Madrid, promovida por la Sección de Filosofía, el pasado miércoles 5 de abril. Por fin la academia empieza a dejar constancia de lo que en realidad ha ocurrido en las últimas décadas y, sobre todo, que lo acontecido en los últimos 10 años no es mera casualidad. Me refiero, claro está, a la debacle a nivel económico, laboral, social, ecológico y de seguridad que venimos sufriendo.

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Si eres habitual en esto del Vórtice, estoy seguro de que te habrás percatado del tono más optimista y “centrado” que acompaña los últimos programas, y hay motivo para ello; me explico. Después de unos años de protesta constante, de clamor popular contra lo establecido, el 2016 sorprendió a muchos con la guardia cambiada tras dos Elecciones Generales que sirvieron para calmar la Tormenta Perfecta que desde el 2011 asediaba nuestras costas sin cesar. Que si escraches por aquí, que si Stop-desahucios y la PAH por allá, que si Caritas y sus informes, juicios sin fin a derechas e izquierdas por todo tipo de corruptelas, que si sentencias contra la Banca; cada vez más protestas callejeras, hasta el punto de orquestarse la caza del policía… y así, podría seguir enumerando un sin fin de acontecimientos que, de forma súbita, cesaron tras la aparición de Podemos y con ellos, la posibilidad de un cambio político sin precedentes en España desde los años 70.

Una vez conformado el nuevo Gobierno por Mariano Rajoy y tras la realización por parte de la España desencantada de que Podemos ni quiere, ni puede por ahora presentar una opción de gobierno viable, el 2017 amanece fresco. Es un 2017 limpio de polvo y paja, ya no queda espacio para expectativas utópicas, falsas esperanzas o sueños envelesantes. Este 2017 sólo trae una realidad, la de que a los indignados sólo nos queda por delante trabajo duro y pesado si realmente queremos obrar un cambio en esta España nuestra. Y esa, es la mejor noticia que podían darme. Adios a todos los soñadores, fantasmas, aprovechados, gurús descentrados y onanistas despistados; ahora solo queda espacio para los realistas. Y la realidad es que España puede cambiar y cambiará. Aunque sólo sea gracias al empuje de una minoría mayoritariamente dispuesta a trabajar, a arrimar el hombro; a colaborar con otras personas, asociaciones, colectivos o instituciones.

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Ha llegado el momento de la verdad. Ha llegado el momento de que esos que lo tienen claro y saben cómo obrar el cambio empecemos a ponernos en marcha; a ponernos en contacto unos con otros; a confiar en la labor de aquellos que a pesar de los años de éxodo y travesía por el desierto, siguen empujando y confiando en métodos probados de poner a los corruptos, a las instituciones ineficaces y a los psicópatas en su sitio. Muchos han quedado por el camino, pero los que quedamos somos miles, cientos de miles, solo hace falta comenzar a usar los múltiples canales de comunicación existentes para poner en común una agenda básica; a saber, la reforma de la Ley Electoral; forzar la independencia del Poder judicial con manifestaciones en las calles y cartas firmadas y; empujar por la idea de una auditoría de la deuda española que, como luz en la oscuridad, haga correr a resguardo a las cucarachas que han infectado nuestro país, nuestras instituciones, nuestra sociedad, nuestras ilusiones y la esperanza en un futuro próspero. Y dentro de esta agenda es básico repasar y dejar constancia de lo que sí ha pasado. Es labor de los académicos el dejar constancia de lo que realmente ha sucedido. La presentación del pasado miércoles es un claro ejemplo a seguir en este sentido.

¡Que no te engañen! este colapso, estafa/crisis, no es mero producto de la casualidad. Ha sido resultado de la voluntad de agentes y fuerzas importantes.

El tiempo de suplicar Pan y Trabajo ha pasado, se trata de demandar mucho más, cambios más profundos y radicales. Ha llegado el momento de quitar de en medio a los corruptos que han arruinado el futuro de tu hijo y el mío. No son tiempos de reivindicar al lado de sindicatos vendidos o partidos edulcorados. Es, el momento de la ciudadanía. Es momento de que los españoles, todos, los de izquierdas, centros y derechas, forcemos una democracia de raíz para España, una democracia real. Una democracia donde los representantes respondan directamente ante sus electores; en la que los ciudadanos tengan herramientas para sancionar aquello que estimen conveniente; donde los partidos no puedan prestar cobijo a ladrones, trapicheadores chanchulleros o mentirosos; una democracia donde los partidos no disfruten de subvenciones del Estado ni quitas por parte de la Banca; una democracia donde exista libertad de expresión y donde los bancos o partidos no ejerzan control sobre los medios; una democracia donde ni un juez deba su puesto a partido alguno, donde los representantes de la judicatura sean independientes, donde los jueces juzguen y dicten sin presiones corporativas, partidistas o ideológicas, de acuerdo a Ley. Y sobre todo por el futuro de la democracia se hace ineludible auditar la deuda de España; una deuda que en estos momentos es, de hecho, impagable.

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Se antoja difícil tanto cambio, pero en realidad no lo es.

Mira a tu alrededor. Todo el mundo está harto, cansado de esta realidad que unos pocos nos imponen vivir. Una realidad imposible. Imposible porque no ofrece futuro alguno, y el ser humano sin futuro no es nada. El presente es suyo, pero el futuro debe ser y será nuestro.

Es sencillo, sólo mira a tu alrededor y comienza a diseminar estas tres semillas:

1- Cambio de la Ley electoral y de partidos.

2- Independencia del Poder Judicial. Los jueces tienen que ser independientes.

3- Auditoría de la deuda y quita de la Deuda Odiosa.

En cuanto una germine, la siguiente seguirá… es inevitable.

¿Qué por dónde empezamos? Por tu barrio. Pon de moda eso de cambiar la Ley de partidos y electoral, ya veras como los propios concejales ante la perspectiva de ser elegidos al Congreso se ponen las pilas para forzar el cambio.

Dominó, efecto dominó.

Resistencia, sin desfallecer.

Razón y confianza.

Y sobre todo Autoridad, la que tú y yo tenemos. Nosotros somos la Autoridad.

Gracias Eduardo Sánchez Gatell. Seguimos haciendo Resistencia.

Ha llegado la hora.

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