Opinión · Bocacalle
"Mi abuelo Franco"
Publicidad
La revista Época, avalada por su declarada simpatía hacia el viejo régimen, acaba de estrenar una serie documental suscrita por un curtido periodista de confianza, Antonio D. Olano, en la que abunda en la memoria histórica que le es afín: "Lo que nunca se contó de Franco. Historias del “Azor”. Como se deducirá por la publicación que fomenta o promociona tal oferta, así como por el fragmento que me permito transcribir, lo que se cuenta no decepcionará a los más nostálgicos defensores o justificadores de la dictadura.
Escribe Olano acerca de la personalidad responsable y cristiana del extinto caudillo, versión filial de Carmencita Franco: "Si los problemas eran graves, esperaba de pie. El embajador de Alemania conminó a Franco para que la mañana siguiente diese una respuesta a Hitler que llevaría a la debilitada España a una guerra mundial. Franco -me explicaron mis amigas- se fue a la capilla del Palacio y pasó, despierto y rezando, toda la noche. Nosotras le acompañábamos. Cuando amanecía y se esperaba la visita del diplomático alemán, nos comunicaron que había muerto de repente”.
Supongo que en línea similar con esas plácidas memorias franquistas de Olano a bordo del yate de recreo del dictador, su nieto Francis Martínez Bordiú, a quien se le cambió el apellido por el de su abuelo a golpe de decreto, pondrá en la calle en otoño otras en las que obviará algunos pasajes del currículo que se le imputa y del que daba somera reseña Pilar Barrientos hace unas fechas en El Confidencial.
Publicidad
Francis Franco, como su padre Cristóbal Martínez Bordiú, estudió medicina y obtuvo la correspondiente titulación, pero no ejerció nunca como tal por considerar que esa profesión no era la más indicada para ganar todo el dinero que apetecía. También estimaba, al parecer, que el apellido impuesto no era el más indicado para tal actividad: ¿Cómo voy a ejercer de médico llamándome Francis Franco?
Cuentan que Salgado Araujo, jefe de la Casa Militar de Franco, vaticinó que algún día a Francis le gustará llamarse sencillamente Martínez. No será así a propósito de las memorias que se anuncian, pues el negocio comercial ha de basarse sobre todo en la firma y condición del autor. No se dice nada del título del libro, pero el más indicado para ganar dinero entre nostálgicos apasionados y algún que otro curioso y morboso lector podría ser: "Mi abuelo Franco".
Publicidad
Lo + visto
- 01 Ayuso se niega a colocar en la sede del Gobierno madrileño una placa en memoria de los detenidos del franquismo
- 02 La aplaudida reflexión de Évole sobre la deshumanización de la política tras la carta de Sánchez: "Ya no se discrepa, se odia"
- 03 El Supremo inadmitió hace más de tres años una querella contra el rey emérito porque se basaba en noticias de prensa
- 04 Jueces para la Democracia alerta del riesgo de las denuncias basadas solo en la prensa
- 05 Yolanda Díaz renueva su cúpula, sitúa a Lara Hernández como su número dos y se rodea de mujeres
- 06 Un (puñetero) intento de golpe de Estado , por Ana Pardo de Vera - Público TV
- 07 Luis Alfonso de Borbón y la "apología de un dictador fascista y genocida": prueba a cambiar Franco por Hitler…
- 08 ENCUESTA | ¿Qué crees que hará Pedro Sánchez?
- 09 La maquinaria del fango retratada: Silvia Intxaurrondo deja en evidencia a una diputada del PP
- 10 Hasta aquí todo va bien, Presidente