Caridad cristiana y laica

No s? si por envidia (como en los anuncios) o por qu?, hoy so?? que ten?a un hijo y que no iba a bautizarle. Una amiga me gritaba pose?da: ?Sacrilegio, sacrilegio?. Yo, tambi?n fuera de mis casillas, le respond?a: ?Lo tuyo s? que es sacr?lego, que soportas cuernos; que te crees que tienes un marido porque llevas anillo y te paga las facturas; que llamas familia a unos desconocidos que se juntan una vez al a?o para brindar?. Entonces ella pasaba de ser el diablo a tener forma de obispo para atacarme en plan maligno: ?Lo que no s? es c?mo est? vivo y no lo mataste antes de que naciera. Seguramente habr?s matado a m?s de uno, mientras defend?as a las ballenas?.

Me despert?, al borde del infarto, pregunt?ndome: ?a d?nde ha ido a parar la caridad cristiana? ?Y la laica? No me plante? quitarme de Greenpeace, pero s? pens? que Espa?a est? radicaliz?ndose tanto que estamos perdiendo la capacidad de conmovernos; que no es la de salir de manifestaci?n, sino la de sentir lo que otro siente.

Previsiblemente, la nueva ley permitir? la interrupci?n voluntaria del embarazo sin autorizaci?n paterna a partir de los 16 a?os, y eso hace que media Espa?a se ponga en guerra. Pero ?se habr?n planteado este otro dilema?: ?pueden unos padres obligar a una ni?a-mujer o mujer-ni?a a ser madre aunque no quiera? ?Y al ni?o-padre? ?No ser?a m?s a tener en cuenta su opini?n, por muy menores que sean, que la de los abuelos? Y, como les plantea Alonso (el portavoz del PSOE, no el de las carreras), ?quieren o no que la que aborte termine entre rejas?
Pasemos de provocaciones, con ni?o rollizo o no, y busquemos entre todos las respuestas.