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Opinión · Otras miradas

El día del medio ambiente, ¿poco que celebrar?

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Juantxo López de Uralde

coportavoz de EQUO

En un país en ebullición por el cambio político que está llegando, parece que no hubiera hoy sitio para otros debates. Pero hay asignaturas pendientes que no pueden seguir esperando ni un día más, y la de la crisis ecológica que nos machaca es sin duda una de ellas. En la antesala de la Cumbre de Paris contra el Cambio Climático, hoy se celebra en todo el mundo el Día Mundial del Medio Ambiente, el momento para elevar el tono de la denuncia ecologista, en unos días en los que nos jugamos mucho con la discusión en parte del Parlamento Europeo del tratado de libre comercio entre Estados Unidos y la UE (TTIP).

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La buena noticia es que por fin ha entrado el ecologismo político en las en las entidades locales gracias a la presencia de EQUO en muchas candidaturas de confluencia. En los ayuntamientos de 14 capitales de provincia y en tres Parlamentos autonómicos, además de un centenar de pueblos y ciudades, se escuchará por fin la voz verde.

Coincide además esta noticia con nuestro cuarto aniversario. Cuatro años innovando en muchas cuestiones políticas; la primera por cierto, la confluencia que pusimos en marcha de más de 30 organizaciones verdes y progresistas, tratando de llevar el ecologismo político al debate en nuestro país. Debe ser motivo de satisfacción para todos los que hemos apostado por la confluencia de fuerzas políticas y sociales progresistas, el hecho de que las propuestas ecologistas impregnen programas y propuestas. Gracias a ello, estoy seguro de que vamos a ver grandes cambios en nuestras ciudades y pueblos en los próximos años.

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Sin embargo este 5 de junio hay también muchos motivos de preocupación. El cambio climático continúa agravándose ante la pasividad de una clase política incapaz de someter a la todopoderosa industria energética; la destrucción de la biodiversidad llega de la mano de la expansión de la industria extractiva en grandes áreas de selva; miles de personas fallecen cada año como consecuencia de la contaminación urbana, y el acceso universal al agua continúa siendo una asignatura pendiente.

En estos momentos se está materializando una nueva amenaza: el TTIP.  En medio de unas negociaciones secretas, la Comisión Europea y los Estados Unidos avanzan en la imposición de un tratado de libre comercio que, de aprobarse, acabaría con los derechos sociales, ambientales y laborales conquistados en muchos años de luchas.

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El TTIP es la peor noticia para el medio ambiente en este 5 de junio. Recordemos que su avance en el Parlamento Europeo está contando con los votos de Populares, Socialistas y Liberales. La semana que viene habrá una nueva votación, pero hoy los socios españoles de estos partidos (PP, PSOE, Ciudadanos, UPyD) tratarán de vendernos sus mensajes "verdes", para pasado mañana guardarlos en un cajón hasta el próximo año. Ojo con ello: defender el TTIP es promover que de un plumazo se eliminen las leyes ambientales que hoy en día protegen a Europa.

Celebremos hoy la riqueza de nuestro medio ambiente, pero denunciando las constantes agresiones, en primer lugar el TTIP.

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