Cargando...

Opinión · Otras miradas

El poder de las personas

Publicidad

Hola. Me llamo Maribel

y tengo discapacidad intelectual.

Es duro decir:

“Yo tengo discapacidad intelectual”.

Sabes que la gente te va a mirar raro.

No te van a tomar en serio.

Piensan que nuestros problemas

son menos importantes.

Sufrimos un trato paternalista y sobreprotector.

Una forma de discriminación

que puede parecer buen trato,

pero no lo es.

Imagina que piensan por ti,

que deciden por ti,

que hacen las cosas por ti.

Una compañera en una reunión nos dijo:

“Es como vivir sin mí”.

Esa es la vida de muchas personas como yo.

Nosotras y nosotros

valemos lo mismo que tú.

Pero vivimos sabiendo

que no somos tratadas igual.

Sufrimos más abusos, más pobreza, más soledad,

más problemas de salud mental,

más violencia sobre las niñas y mujeres,

más abandono escolar, más paro,

más problemas con la justicia,

menos atenciones médicas

y podría seguir con la lista.

Lo dicen los estudios, no lo digo yo.

Duele vivir así.

Y mi dolor vale lo mismo que el tuyo.

Las leyes en España

estaban hechas para que no decidiéramos.

En las leyes ponía palabras como:

“la protección del incapaz”.

También ponía:

“la sustitución de la capacidad jurídica”

Esta semana esas las leyes cambian en España.

Las nuevas leyes nos dan apoyos

para poder decidir sobre nuestra vida,

nuestros planes.

Los apoyos son importantes

para tomar buenas decisiones.

Yo he tenido malos apoyos y buenos apoyos.

Con buenos apoyos vives la vida.

Haces cosas que no podías imaginar.

La Convención de Naciones Unidas

de los Derechos sobre las Personas con Discapacidad

es la ley más importante que recoge

nuestros derechos.

Esta Convención dice que hay que dar apoyos

para la toma de decisiones.

No hay que sustituir a la persona.

Hay que ayudar a que sea protagonista de su vida.

España firmó esa Convención y por eso

debemos cambiar las leyes de España

para que se adapten a la Convención.

Antes decidían por nosotras y nosotros.

Hoy decidimos nosotras con apoyos,

para vender, hacer el testamento,

para comprar o para casarnos.

Tenemos derechos que no se respetaban.

Las leyes no servían y por eso había que cambiarlas.

Publicidad

Publicidad