Cargando...

Opinión · Otras miradas

España 2050, pensando en el hoy, preparándonos para el mañana

Publicidad

Pedro Sánchez en la presentación del proyecto 'España 2050'.- MONCLOA

Atender el hoy pero dibujando el mañana, esa es la obligación de un Gobierno serio, riguroso, leal con los intereses de su país y comprometido con su futuro. Y en ese objetivo, que debería ser siempre compartido, es en el que está centrado el Gobierno de Pedro Sánchez.

Click to enlarge
A fallback.

La irrupción de la pandemia de la Covid-19 en marzo de 2020 marca el día a día de un Gobierno que ha tenido desde el comienzo de esta crisis sanitaria, económica y social el objetivo de proteger y dar respuesta a las necesidades de toda la ciudadanía sin dejar de gobernar y hacer frente a los retos presentes de nuestro país.

Así, actualmente, a la vez que se atiende lo prioritario, que es acelerar el proceso de vacunación para que la recuperación sanitaria llegue cuanto antes para atender a la recuperación económica y social de muchos sectores que no han podido volver a la normalidad, no se ha dejado de aprobar leyes para hacer un país mejor en un horizonte de ampliar el progreso y el bienestar de los españoles. Leyes como la ley de eutanasia, la ley de protección de la infancia, la ley de transición energética para atender a la emergencia climática o leyes para dotar de plena capacidad jurídica a las personas con discapacidad o combatir la lacra de la violencia machista, que ha asesinado ya a 14 mujeres en 2021, y ante la que no podemos ni acostumbrarnos ni mirar hacia otro lado y debemos erradicar con todos los recursos.

Publicidad

También se han aprobado en el Congreso y el Senado todas las medidas de prevención, contención y coordinación para atender a la actual crisis de la Covid-19 o para permitir la canalización de los fondos europeos a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia con todas las garantías y la mayor transparencia para ejecutar un programa claro de reformas e inversiones que nos permitan avanzar en la recuperación del país, protegiendo y consolidando al tejido productivo y al empleo.

Pero eso sería solo dar respuesta a los retos presentes pero un Gobierno debe también pensar en el futuro, en el país que dejar a las próximas generaciones, analizando los desafíos que se van a encontrar, anticipándose en la respuesta antes de que sucedan. Como decía el tercer presidente de los Estados Unidos, Thomas Jefferson, “me gustan más los sueños del futuro que la historia del pasado”, y ese debe ser siempre el horizonte de un Gobierno, el futuro. Porque gestionar el presente y diseñar ese futuro son dos vasos comunicantes de una misma acción, que debería formar parte siempre de la agenda política de un país y no solo ser parte del compromiso de unos pocos.

Publicidad

España 2050 es una estrategia a largo plazo, en la que han trabajado más de cien expertos e investigadores, como ya lo fue antes el Programa 2000, porque los socialistas en el gobierno o en la oposición siempre hemos entendido que presente y futuro no pueden separarse y deben estar permanentemente cohesionados si queremos que las decisiones que se adoptan tengan permanencia en el tiempo.

La experiencia, que es también lo que permite ver con perspectiva la acción gubernamental, nos demuestra lo difícil que resulta transformar de manera sustancial la estructura productiva de un país en un periodo breve de tiempo. Y eso los socialistas que hemos gobernado el mayor tiempo en democracia, 25 de 42 años,  y hemos sido los promotores de todos los cambios económicos y sociales que han transformado España en estas cuatro décadas, lo sabemos bien.

Publicidad

Por eso, en 2021 ya trabajamos sobre nueve grandes desafíos de país que serán una realidad en 2050: ser más productivos para crecer mejor; conquistar la vanguardia educativa; mejorar la formación y la recualificación de nuestra población; convertirnos en una sociedad neutra en carbono, sostenible y resiliente al cambio climático; preparar nuestro Estado de bienestar para una sociedad más longeva; promover un desarrollo territorial equilibrado, justo y sostenible; resolver las deficiencias de nuestro mercado de trabajo y adaptarlo a las nuevas realidades sociales, económicas y tecnológicas; reducir la pobreza y la desigualdad, y reactivar el ascensor social, y ampliar las bases de nuestro bienestar futuro.

España necesita mejorar la formación de su población, reducir la brecha social y combatir la desigualdad, avanzar en la reducción del paro estructural, de la temporalidad y la precariedad en el mercado de trabajo, potenciar la investigación y la innovación y que haya una transferencia del conocimiento al tejido productivo, modernizar y digitalizar al sector público y a las empresas, luchar contra el fraude fiscal y hacer frente al reto demográfico y el despoblamiento con medidas como garantizar el acceso y calidad a los servicios públicos, mejorando las infraestructuras y las conexiones de transporte. Pensando en el hoy pero, sobre todo, preparándonos para el mañana.

Publicidad

Publicidad