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Opinión · Otras miradas

Hace medio siglo

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La de los 70, en toda Europa, fue calificada como una “década muy convulsa”, a nivel social y político.  También en el Estado español: empezó con el Proceso de Burgos, cuando el franquismo quería eliminar a 16 militantes vascos y terminó generando movilizaciones sociales antes nunca vistas, tanto en toda Euskal Herria como en el conjunto del Estado español y en Europa, consiguiendo abortar el intento de asesinar a seis de ellos…

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A partir de aquellas movilizaciones se inicia un gran impulso de las luchas populares y obreras contra el franquismo-que ya venían anunciándose desde mediados de la década anterior…-, nacen muchos movimientos organizados de oposición y las fuerzas represivas franquistas empiezan a actuar: en 1972 asesinan en El Ferrol a los trabajadores Amador Rey y Daniel Niebla; en 1973 asesinan en Granada a los trabajadores de la construcción Antonio Huertas Remigio, Cristóbal Ibáñez Encinas y Manuel Sánchez… Luis Carrero Blanco “vuela” a manos de ETA… En 1974 al militante Salvador Puig Antich lo ejecutan en Barcelona… En Hondarribia (Gipuzkoa) matan a los militantes José Luis Mondragón Elorza y Xabier Méndez Villaba… En 1975, a pesar de las fuertes movilizaciones contra los consejos de guerra que sufrieron, asesinan en Madrid a cinco militantes antifranquistas: “Txiki” Paredes Manot, Angel Otaegi, José Humberto Baena, José Luis Sánchez Bravo, y Ramón García Sanz… Ese mismo año asesinan en Kanpazar (Arrasate) a Iñaki Etxabe Orobengoa, y en Legutio (Bizkaia) a Germán Agirre Irasuegi, taxista. También en Gernika a Jesús Maria Markiegi Aiastui e Iñaki Garai y Blanca Saralegi… En noviembre muere Franco, pero el franquismo entroniza rápido a su sucesor, el actual “emérito”…

En 1976 Fraga Iribarne y Cía. masacran el 3 de marzo a los trabajadores en Gasteiz, asesinando a Pedro María Martínez, Francisco Aznar, Romualdo Barroso, José Castillo y Bienvenido Pereda, e hiriendo a cientos; Juan Gabriel Rodrigo en Tarragona y Vicente Antón en Basauri son asesinados los días 6 y 8 de marzo respectivamente, en manifestaciones solidarias con Gasteiz… El 29 de abril, presos políticos se fugan de la prisión de Segovia, pero solo consiguen su objetivo cuatro de ellos, siendo capturados el resto por la guardia civil en los montes navarros, matando a Oriol Solé Sugranyes… También en mayo “fuerzas incontroladas” mataron en Montejurra a dos militantes carlistas, Ricardo García Pellejero y Aniano Jiménez Santos…

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Todos ellos solo son parte de los 28 manifestantes y militantes que murieron ese año a manos de la represión franquista en todo el Estado: Madrid, Andalucía, Catalunya, Valencia, Canarias y Euskal Herria aportaron el resto.

Y llegó 1977. Si ya los años anteriores de aquella séptima década del siglo XX marcaban el inicio de una reconfiguración del Régimen franquista y la negociación para una Transición “pacífica”, al franquismo se le permitió seguir actuando, y 1977 continuó con esa impronta, llegando a aumentarla de una manera brutal, con 31 asesinatos en todo el Estado:

- En enero asesinan en Madrid a Arturo Ruiz en una manifestación, y también ese día muere Mari Luz Nájera Julián en las protestas por la muerte de Arturo. También muere José Vicente Carabany en Valencia en otra manifestación anti-represiva. Y en Sestao (Bizkaia) muere Juan Manuel Iglesias Sánchez, de 15 años, en la huida de la policía durante una manifestación pro-amnistía. El 24 de enero asesinan a cinco abogados laboralistas en su despacho de Madrid: Enrique Valdelvira Ibáñez, Luis Javier Benavides Orgaz, Francisco Javier Sauquillo, Serafín Holgado y Ángel Rodríguez Leal.

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- En febrero asesinan a Pancho Egea en Cartagena (Murcia) con pelotazos de la policía durante una manifestación laboral.

- En marzo muere Ángel Valentín Pérez en Barcelona, asesinado por ultraderechistas en una manifestación. Mueren en Gipuzkoa los militantes Sebastián Goikoetxea y Nicolás Mendizábal en un control de carretera. A los pocos días José Luís Aristizabal Lasa muere en una manifestación antirepresiva en Donostia. A finales de mes muere también en Donostia Isidro Susperregi Aldako en otra manifestación.

- La Semana Pro-amnistía que se convocó en Euskal Herria entre el 12 y 17 de mayo fue brutal: Rafael Gómez Jauregi, Clemente del Caño y Gregorio Maritxalar Aiestaran fueron asesinados en Rentería; José Luis Cano Pérez y Luis Santamaría Mikelena en Iruña; Manuel Fuentes Mesa en Ortuella; Francisco Javier Núñez Fernández en Bilbao. Siete muertos por la represión franquista en cinco días.

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- En junio,  tras  haber  liberado  en  los  dos  meses  anteriores  a  todos  los  prisioneros políticos, se celebran las primeras elecciones democráticas, pero continuó el año 77 con un rosario de asesinatos de la policía y guardia civil: Francisco Rodríguez Ledesma en julio, en El Cerro del Águila (Sevilla); Carlos Gustavo Frecher Solana y Juan Peñalver Sandoval en septiembre, en Barcelona; en octubre, Miquel Grau en Alicante, David Salvador en Andoain (Gipuzkoa) y Gonzalo Pequeño en Lutxana (Bizkaia); en noviembre Fermín María Gómez Mata, en Bilbao; en diciembre Manuel José García Caparrós en Málaga y Jesús Fernández Trujillo en Tenerife…

Y la década terminaba con otros 26 asesinatos de manifestantes y militantes antifranquistas en 1978 y 1979: Agustín Rueda y Andrés Fraguas, en Madrid; Francisco Rodríguez Ledesma y Manuel Medina, en Sevilla; Gustavo Adolfo Muñoz en Barcelona; Elvira Parcelo Rodríguez en Vigo; José Luis Escribano en Soria; Germán Rodríguez en Iruña; Joseba Barandiaran en Donostia; Efren Torres Abrisketa en Arrigorriaga; Martin Merkelanz en Irún; José Emilio Fernández Pérez en Elorrio (Bizkaia); Jokin Pérez de Viñaspre y Xefe Sarasola Arregi en Iruña, David Álvarez Peña en Basurto (Bizkaia); Alberto García y Jesús Mari Arrazola en Gernika, Felipe Carro en Sestao; Fermín  Arratibel  Bikuña  en  Ataun  (Gipuzkoa);  Agurtzane  Arregi  en  Donibane-Lohitzune (Lapurdi); Ricardo Gómez Goikoetxea en Bilbao; José María Iturrioz Garmendia, Roberto Aranburu Uribarren y Emilia Larrea Sáez de Adacia en Arrasate; y José Miguel Ordeñana en Angelu (Baiona).

Todos estos crímenes del franquismo en “los setenta” marcaron las fuertes convulsiones sociales y políticas que derivaron hacia el actual régimen político. Más allá de las consideraciones que se puedan realizar sobre las responsabilidades políticas que tuvieron para esta deriva algunos partidos que fueron legalizados a mediados de esa década, el hecho es que el franquismo, aunque muy cuestionado social e internacionalmente, consiguió asentar sus poderes a través de una Transición que permitió consagrar su impunidad ante todo lo acontecido desde su sublevación de 1936, a través de la Ley de Punto Final (mal llamada Ley de Amnistía) de octubre de 1977.

Y para ello Rodolfo Martín Villa jugó un papel fundamental como “porra de la Transición”. En su mandato, desde el año 1976 al año 1979, se cometieron 89 asesinatos por parte de las fuerzas represivas (uniformadas y también camufladas con diversos nombres…) en todo el Estado español. De ellas, 59 en Euskal Herria. Y de éstas, 7 solo en cinco días, durante la semana pro- amnistía de mayo de 1977, como hemos detallado más arriba.

Acabamos de enmarcar la realidad de los crímenes franquistas que se dieron en aquellos años. Estamos ya a medio siglo de aquélla década. Han pasado 45 años de aquel mayo sangriento, y hoy, mayo de 2022, queremos recordar a los siete que cayeron en aquellos cinco días. La Justicia, con mayúsculas, anda tardía, muy tardía… aunque los crímenes sistémicos, de lesa humanidad como los del franquismo, son imprescriptibles, como lo han confirmado muchas veces los Relatores Especiales para España de la Comisión de DDHH de Naciones Unidas.

Por ello hoy Martín Villa sigue imputado por la Jueza Servini en relación a algunos de aquellos crímenes. Aunque los poderosos medios de comunicación que abrigan al actual sistema de impunidad se han encargado de distorsionar la información, anunciando que la Cámara argentina ha obligado a Servini a anular su procesamiento, lo cierto es que aquella Cámara lo único que ha hecho ha sido solicitar a la jueza más información sobre los delitos imputados. Su procesamiento queda, por el momento, congelado; pero Martín Villa sigue imputado por doce crímenes e investigado sobre otros cinco, al tiempo que ahora la jueza ha abierto más diligencias de investigación en varias fiscalías territoriales españolas para recabar más información y detalles.

Cuando la Verdad aflora tan contundentemente como ocurre con todos los casos arriba detallados, solo nos queda exigir a la Justicia, si pertenece a un Estado de Derecho y plenamente democrático, que actúe con mucha firmeza.  Porque solo el hecho de que tengamos que seguir denunciando estos crímenes y reclamando la justicia y la dignificación de todas las víctimas del franquismo es, en sí misma, la demostración palpable de una democracia muy débil y acobardada.

Esta exigencia de Justicia es el mejor homenaje que podemos realizar a todos quienes lucharon por las plenas libertades de Euskal Herria y el resto de los Pueblos del Estado español.

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