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Opinión · Otras miradas

Todos somos Mauricio Valiente

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Enrique Santiago Romero

Abogado. Defensor de Derechos Humanos

El miércoles 29 de marzo, el Partido Popular presentó en el pleno del Ayuntamiento de Madrid una moción solicitando la retirada de las competencias en Derechos Humanos al Tercer Teniente de Alcalde de la Corporación, el abogado y defensor de los derechos humanos Mauricio Valiente Ots. La moción fue aprobada con el previsto apoyo de Ciudadanos y el vergonzoso voto a favor del Partido Socialista de Madrid (PSM), quien en anteriores plenos municipales ya había puesto sus votos al servicio de la derecha  impidiendo, por ejemplo, la aprobación de los presupuestos más sociales de la historia del Ayuntamiento de Madrid.

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Mauricio Valiente es Doctor en Derecho por la Universidad Carlos III de Madrid, abogado defensor de los derechos humanos desde que acabó sus estudios universitarios. Ha consagrado su vida a defender el más esencial de los derechos humanos, el derecho de asilo y refugio: la protección de una persona cuando es perseguida por motivos raza, religión, ideología, pertenencia a un grupo social o identidad de género, es decir, cuando no se le respetan sus derechos humanos. Durante los años en que ha sido Director de los Servicios Jurídicos de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR)  – de la que forman parte de su directiva tanto el Partido Popular como el PSOE-  esta entidad ha alcanzado los mejores resultados de su historia en obtención de estatutos de protección internacional a personas que han sufrido violaciones a sus derechos humanos, en cualquier país, ya fueran personas procedentes de Honduras, de Venezuela, de Arabia Saudí o de Nigeria, entre otros. Nunca en los servicios jurídicos de CEAR se han hecho distinciones por el país de origen o las opiniones políticas de gobiernos perseguidores o de las personas perseguidas. Las estadísticas de la Oficina de Asilo y Refugio del Ministerio de interior,  los Anuarios de CEAR  y las sentencias de la Audiencia Nacional así lo acreditan. Valiente ha intervenido en la defensa de los derechos humanos en innumerables países del mundo y lo que es más importante, los ha defendido también en nuestro país, no solo los derechos civiles y políticos, sino también los derechos económicos y sociales, que también están contemplados en la Declaración Universal de Derechos Humanos. Sin embargo, los gobiernos del PP y del PSOE han obviado en numerosas ocasiones todos los anteriores derechos. Innumerables personas extranjeras –refugiados políticos y también refugiados económicos- han salvado su vida y su integridad y han podido emprender una nueva vida en España gracias al trabajo, personal y abnegado, de Mauricio Valiente durante más de 20 años.

Valiente no solamente es un firme defensor de los derechos humanos, sino que también es un profesional del Derecho excelente y riguroso, al decir de las muchas organizaciones de derechos de humanos que desde el  día 29 están pronunciándose defiendo su trayectoria profesional en la defensa de los derechos humanos y resaltando la alta calidad y coherencia del Plan de Derechos Humanos preparado por el Ayuntamiento de Madrid bajo su dirección. Esto último incluso resaltado por la incoherente portavoz del PSM en el Consistorio a la vez que pedía la dimisión de Valiente. Se trata del primer Plan de Derechos Humanos elaborado por el Ayuntamiento de Madrid en su historia.

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¿Cuál es entonces el “delito” cometido por Mauricio Valiente para que todos los partidos de la oposición municipal hayan pedido su cese como responsable  de Derechos Humanos?. El “delito” es el Plan de Derechos de Humanos, sus contenidos y la política que lo orienta, acreditar que cuando una administración quiere,  “Si se puede”

El Partido Popular ha organizado una “Causa General” contra Valiente. En eso tiene mucha experiencia, los padres y abuelos de muchos de sus actuales dirigentes y militantes las llevaban adelante con fruición ante los tribunales sumarios del franquismo. El actual PP también puso en marcha otra “Causa General” contra todos aquellos que han osado denunciar su impúdica corrupción. El único delito atribuible a Valiente es ser una persona de izquierdas y declararse comunista, algo que abiertamente manifestó recientemente en una entrevista. Sobre los comunistas el Partido Popular también sabe bastante. El régimen franquista, nunca condenado por el Partido Popular ni en sede parlamentaria ni en medios de comunicación y calificado por ministros del Gobierno de Aznar como de “extraordinaria placidez”, fue el precursor de la criminalización de esta ideología política, fusilando a decenas de miles de personas por el mero hecho de formar parte del Partido Comunista de España (PCE). A estas alturas de nuestra historia, resulta innecesario destacar que el PCE fue el principal partido opositor durante la dictadura, arriesgado papel –se pagó hasta con la vida- que durante muchos años sus militantes realizaron prácticamente en solitario.

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Al Partido Popular, a Ciudadanos y al PSOE les parece muy mal que un experto jurista que lleva más de 20 años defendiendo el derecho de asilo, opine que Leopoldo López no es un preso político, sino una persona condenada  por cometer delitos comunes, concretamente por  lo que nuestro código penal en su artículo 141 tipifica como “provocación, conspiración y  proposición para cometer” homicidios y asesinatos. Sin embargo, les parece muy bien que  Alfonso Fernández, Alfón, esté en la cárcel desde hace años por participar en una huelga general en la que no causó ningún daño. Les debe parecer también muy bien que el delito de “enaltecimiento del terrorismo”, que ambos partidos introdujeron en el código penal, se esté utilizando desmesuradamente por la Audiencia Nacional para procesar y condenar a penas de prisión e inhabilitación a cantantes, humoristas, tuiteros o titiriteros.

Consideran impropio que un director de DDHH admire a Lenin, el exiliado  y perseguido político que volvió a Rusia para ponerse al frente de una revolución popular que acabó con una sanguinaria monarquía absoluta que tenía a millones de personas sometidas como semovientes y condenadas a la miseria. Seguramente será porque Lenin nunca se presentó a unas elecciones. Por el contrario, consideran adecuado que en nuestro país no se elija al Jefe de Estado en las urnas desde hace más de 80 años, a pesar de que la Declaración Universal de Derechos Humanos (art. 21) o el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 25) establecen el derecho a elegir libremente en elecciones a todos los representantes políticos.

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Sostienen PP, Ciudadanos y PSOE, que el abogado que lleva toda su vida defendiendo a los solicitantes de asilo y a los inmigrantes que huyen de la negación de derechos políticos, económicos o sociales en sus países, es indigno para ser Director de Derechos Humanos. Y lo afirman los partidos que desde la  Administración del Estado han negado los derechos humanos de las personas a las que ha tenido que defender Valiente. Los mismos que  han impedido que en las fronteras de Ceuta y Melilla o en las embajadas españolas se pueda solicitar asilo político, los que han vulnerado a diario la legislación española y europea con la práctica de las “devoluciones en caliente”,  los que han alzado altas vallas y afiladas concertinas en las fronteras españolas para impedir que los perseguidos lleguen a país seguro.

Sobran ejemplos y comparaciones, por lo que no me detengo en las decenas de condenas de España en organismos internacionales por permisividad ante la tortura, ni en la “guerra sucia” desplegada en el País Vasco, ni en las leyes de “patada en la puerta” o “mordaza”, ni en las sucesivas limitaciones hasta su eliminación de la jurisdicción universal en defensa de los derechos humanos. Todo lo anterior realizado por los gobiernos dirigidos por los que pretenden darle a Valiente lecciones de derechos humanos.

PP, PSOE y Ciudadanos no atacan con esta moción a Mauricio Valiente. Están atacando a Ahora Madrid y a las políticas que esta fuerza del cambio está consiguiendo llevar adelante en el Ayuntamiento de Madrid a pesar de la oposición sistemática de la derecha –la franquista y la post moderna-  y el entorpecimiento cómplice del partido que todavía se autodenomina socialista. La moción contra Valiente ha conseguido que no se hable de los presupuestos municipales, los más sociales y expansivos en décadas, aprobados por el Ayuntamiento, o del superávit económico a la vez que se  incrementa el gasto social directo, o de la reducción de la insoportable deuda municipal que dejó la Sra. Aguirre a los madrileños o del constante pulso del consistorio con el Ministro de Económica del Gobierno del Partido Popular que no permite que el Ayuntamiento cree puestos de trabajo alegando el cumplimiento de la regla fiscal.

Que el PP y Ciudadanos pongan en marcha esta estrategia de desgaste y  desviación de la atención de los asuntos realmente importantes para los madrileños, entra dentro de la lógica de una derecha infractora sistemática de los derechos humanos,  que ha gobernado para los privilegiados y para sus propios intereses, convirtiendo la política en una actividad de enriquecimiento personal a la vez que ha saqueado los bolsillos de los humildes. Todo para mayor gloria de sus “cajas b”, sus áticos en Marbella, sus “jaguar invisibles” o sus amigos en los consejos de administración de las empresas que han construido autopistas  por las que no circulan vehículos, estaciones de AVE en las que no hay pasajeros y aeropuertos en los que ni despegan ni aterrizan aviones, mientras que cientos de miles de familias eran desahuciadas y arrojadas a la calle tras precarizar sus empleos o directamente destruirlos.  Todo lo anterior acompañado del correspondiente recorte de libertades públicas y derechos civiles por si a los afectados por la violación de sus derechos humanos se les ocurriera tomar las calles y emular a Lenin, el admirado por Valiente. El PP y el PSM defienden los derechos humanos, pero  solamente cuando se vulneran en Venezuela…

El apoyo del PSOE a la moción del PP contra Valiente, pone de manifiesto la subordinación que lleva irremediablemente a ese partido a la insignificancia, si no a la desaparición. Un PSOE que en los momentos decisivos siempre se acompleja y asusta ante los poderosos, defraudando así  las esperanzas que nuestro pueblo depositó tantas veces en él.

No creo equivocarme si afirmo que los votantes de Ahora Madrid, hoy más que nunca, esperamos que el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid tenga la suficiente lucidez para comprender el sentido de la frase cervantina: “Ladran, luego cabalgamos”

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