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Opinión · Rosas y espinas

Apología de la bomba atómica

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Como diría Chicho Sánchez Ferlosio, hoy no me levanto yo. Así que no voy a escribir la columna. Que me echen a La Razón, si tienen huevos. Que me afilien al PSOE, si quieren sorpassarme. Que me hagan vicepresidente de las FAES, si necesitan en su laboratorio falta de ideas. Cualquier cosa menos trabajar. O pensar. O interferir. O acompañar. O escribir.

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boris

Hoy solo voy a traducir una canción de Boris Vian.

Sin demasiada concentración ni como dios manda, que es como salen mejor las cosas. Vamos allá.

Mi tío, amante del bricolage, tenía la afición

de hacer bombas atómicas.

Sin demasiada formación poseía el gran talento

de unas manos lógicas

Encerradito en su taller se pasaba hoy y ayer

haciendo experimentos

Y a la hora de cenar contaba sus avances

con gran fundamento

"Pá fabricar la bomba, niños, no hace falta demasiaó talento

Lo del detonador se piensa en un pispás

y eso que yo soy lento

Y con la bomba H lo malo es que el átomo es muy pequeñito

De momento mi explosión solo ha alcanzado un radio

de un metro y poquito

Suena allí abajo algo algo raro

Niños, me bajo a mirarlo".

Trabajó día y noche, admirablemente,

y como dios manda.

En mejorar su bomba y enloqueció

que hasta nos asustaba

Al desayuno blanqueaba su cabello en sopa de fideos

Y nosotros, callados, que no vaya a ser

que el tío sea un genio.

Decía: "Me hago viejo y ya mi coco no es casi mi cerebro.

Siendo sincero, niños, van mis neuronas hacia el cementerio.

No consigo aumentar ni por casualidad el poder de mi bomba.

Pero voy entendiendo que una bomba es buena según donde se ponga.

Oigo allí abajo algo raro

Voy a ver si pasa algo".

Cuando el gobierno supo que mi tío había hecho ya su bomba

vinieron para visitarlo con mucho interés y muchísima pompa

Se disculpó mi tío del desorden triste del laboratorio

Pero el rey contestó: lo importante es la bomba el resto es accesorio.

Tras explotar la bomba con un gran estruendo y matando a todos

quisieron encausarle y él se limitó a hacerse un poco el tonto

"Señores no exploté esa bomba ni por anarquismo ni por tener saña

pero yo creo que esa bomba ha explotado por el bien de España".

Le condenaron al garrote vil y a la silla eléctrica

Pero un juez con sentido del humor le condonó la pena

Ahora España entera lo aclama como si fuera un gran héroe

Y no hay puto jardín en que no le hayan puesto una estatua ecuestre.

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Aquí el original:

Y la canción de Chicho Sánchez Ferlosio que cito al principio, por si no encontráis una razón por la que no levantaros:

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