Mi televisión y otros animales

Sálvame a mí también

Queridos directivos de la cadena amiga:

Espero que al recibo de la presente os encontréis bien. Supongo que será así porque ya habéis visto que Jorge Javier ha cumplido con la primera parte del título de su programa: Sálvame: diario. Para ver si cumple con la segunda parte, tendremos que ver qué pasa el martes. Pero eso lo veremos el miércoles, con las cifras de audiencia. En cuanto al programa, yo pienso invertir ese horario en Buenafuente. Vamos, que me voy a echar la siesta para llegar despierto al tito Andreu.

Vistos los datos de share del estreno del lunes, supongo que habéis vuelto a confirmar vuestras teorías, a saber: que somos imbéciles. Con la ilusión del que espera un depilado escrotal, sintonicé Telecinco a las 15:45, hora a la que habíais anunciado la vuelta del señor del tomate a la sobremesa.

Menos mal que tengo pilas en el mando a distancia para entretener la espera hasta las 16:00, que es cuando os decidisteis a sacarle. A él, a Kiko, a Karmele, a Jimmy y a una señorita que no tengo ni idea de quién es porque ni sigo Supervivientes ni la edición nocturna del programa. En cualquier caso, a primera vista no parece un equipo para un franja dentro del horario de protección infantil. Salvo que la cosa sea tener a esta gente encerrada en vuestros estudios de Fuencarral mientras los niños salen de los colegios. Seguro que es eso.

La primera parte del programa consistió en dos minutos de cebos y chistes sobre la gripe porcina. Igual no estoy muy al día del tema, pero parece que es una enfermedad por la que está muriendo gente. No tengo muy claro el buen gusto de esas bromitas. A lo mejor a cargo de un humorista tienen un pase e incluso gracia. Kiko no es un humorista.

Después de eso, nos colasteis un resumen de Supervivientes mondo y lirondo. De vez en cuando aparecía un redondelito como de portada de cómic con la cara de alguno de los colaboradores que hacía ver que estaba muy interesado. Pero tampoco son grandes actores ninguno de ellos.

A eso de las 17:15 ya tuvisteis a bien hacer algo de programa más. Lo que quiere decir que pusisteis cuatro cebos más y un animado y edificante cruce de insultos. Con la crisis inmobiliaria las cosas edificantes no me molan tanto como antes, así que me pasé a La Sexta a ver ¡Qué vida más triste! con lo que me estuve riendo un buen rato.

Iba a hacer una reflexión poética sobre la ironía de ambos títulos (el vuestro y el de los de Basauri), pero ¿sabéis qué?

Que vayáis a tomar el pelo a vuestra p

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