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Opinión · Mi televisión y otros animales

Las fusiones me importan un pito (del sereno)

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En realidad no, porque cuántos más se fusionen, menos empresas habrá que quieran quitarse de en medio a un crítico por el sencillo procedimiento de contratarle para que haga otra cosa. Es muy sencillo, de verdad.

Por lo demás, poca variación vamos a tener. Convénzanse: se fusionarán las empresas, pero las marcas (Antena 3, Cuatro, Telecinco y La Sexta) seguirán operando como hasta ahora. O quizá no tan mal.

La ventaja que tendrá el espectador es que se reducirá la contraprogramación salvaje a los niveles de principios de los 90 (los veteranos sabrán captar la ironía de mis palabras). El mercado generalista de la televisión española tiende a dibujar de nuevo las dos espadas, separadas por esa gran fractura social que es DEC contra Salvamé. Y luego los hippies de TVE sin anuncios ni nada. ¡Comunistas!

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A fallback.

En cuanto al contenido, me da pena Juan Pedro Valentín, que huyó de Telecinco para acabar en ¡Telecinco! Es decir, en una Cuatro cuyo jefazo máximo de contenidos parece que va a ser un tal Paolo Vasile. En casa ya estamos haciendo porras sobre qué va a ser de Gabilondo. En cuanto a otros programas de actualidad, Cuatro ya se estaba telecinquizando poco a poco, así que poco cambio va a haber. Y ni soñemos con que la cadena de Berlusconi se vaya a atemperar con sus nuevos amiguitos. Piensen en cómo cobra ahora sentido el ondas de Jorge Javier. Esto es como cuando dos del grupo reconocen que llevan tiempo saliendo a escondidas de los demás. Sólo que en este caso en lugar de acabarse el morbo, empieza.

La otra fusión, la de Antena 3 y La Sexta también tiene su eterno retorno: ¿cómo será la cena de Navidad con Carlotti y Buenafuente? En cuanto a contenidos, a los de Planeta siempre les ha parecido que las bromas de sé lo que hicisteis eran una forma de coqueteo y se dejaban querer. Un intercambio de cromos y por fin podrán consolidarse ambas como la "cadena triste", como la llama Bob Pop, y la casa de la risa.

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En realidad, cuanto más lo pienso, más preocupado estoy por las fusiones. Los programadores tendrán que preocuparse por no perjudicar a terceras partes y ellos no tienen costumbre. Ni aunque esas terceras partes seamos habitualmente los espectadores. Hay un riesgo cierto de que las "pequeñas" se conviertan en La 2 de las grandes. Y si eso les parece terrible, imaginen lo que serán los segundos canales de las segundas cadenas. ¡No hay Crímenes imperfectos suficientes en este mundo!

Para acabar, les señalo una "serendipia" impactante: 3+6=9. Pero 4+5=9. Eso y que Berlusconi tiene la cara que parece una de las de Bélmez.

De nada, Iker.

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