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Miles de familias se enfrentan a la escasez de leche para bebés en Estados Unidos

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La crisis comenzó en febrero, cuando cinco bebés sufrieron una infección bacteriana presente en la leche del fabricante Abbott. La muerte de dos de ellos obligó al productor a retirar la fórmula y cerrar su planta industrial en Michigan.Abbott, una de las cuatro empresas productoras en EEUU, es responsable del 44% de un mercado que produce localmente el 98%, caracterizado por los fuertes aranceles que desincentivan las importaciones.Muchas familias de rentas bajas dependen de cupones de ayuda para poder comprar estos productos (un programa de asistencia llamado WIC), que representan la mitad de los compradores de leche de fórmula en Estados Unidos. La baja de maternidad remunerada no existe en EEUU y obliga al 60% de las madres a acortar el periodo de lactancia; sólo 1 de cada 4 bebés es alimentado exclusivamente con lactancia materna hasta los 6 meses y menos de la mitad hasta los 3 meses.Al no existir otra alternativa a la leche materna, la vida de miles de bebés depende de un producto que las autoridades no prevén restaurar hasta dentro de meses.Sin embargo, para combatir la crisis, una madre de Utah ha envasado 118 litros de leche materna que almacena en frigoríficos en su casa para abastecer a familias que lo necesiten.

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