Cargando...

Los tres pies al gato |No permitamos que pasen página | por Ana Pardo de Vera.

Publicidad

Ha tenido que llegar un informe de Amnistía Internacional esta semana para recordarnos la crueldad indiferente del ser humano ante el sufrimiento y hasta la tortura de nuestros y nuestras mayores durante la pandemia. Y nadie ha salido a la calle a pedir justicia de una puñetera vez, porellos, ellas y quienes vivieron los horrores de estos centros de dependencia sin poder hacer nada. Los dejaron solos y solas, a trabajadores y a residentes.35.670 personas mayores murieron en España durante la pandemia encerradas en residencias (20.000 solo en la primavera de 2020) y sus familias y allegados no han recibido ni un solo apoyo institucional; tampoco en las calles, donde ciudadanos y ciudadanas tendríamos que haber salido en tromba a llenarlas clamando contra esta miseria del Estado. La Comunidad de Madrid, es bien conocido, se lleva la palma en número de residentes muertos con un método detortura añadido: se prohibieron los hospitales para los ancianos y ancianas que enfermaron en los geriátricos madrileños, que quedaron encerrados a su suerte. Así se decretó hace 1.046 días y así lo recuerda cada día el periodista autor de ‘¡Vergüenza! El escándalo de las residencias’, Manuel Rico. Murieron en la Comunidad de Madrid 7.291 personas residentes, de las que 5.795 tenían COVID. Ningún otro territorio decretó el protocolo de tortura y muerte de Madrid, pero también murieron 2.797 ancianos yancianas en residencias de Catalunya, sin ser derivados a centros médicos. En Castilla y León murieron 2.338 en idénticas circunstancias; en Castilla-La Mancha, 2.220 residentes, aunque no aclaran si fueron o no derivados a hospitales ... Y así sucesivamente.¿Y qué ha pasado? Nada: son los viejos, las viejas, el últimoescalón de la vida que solo han generado la indiferencia dehasta seis instituciones del Estado señaladas por Amnistía (Gobierno central, autonómicos, Parlamento, Fiscalía General del Estado, Defensor del Pueblo y Consejo General del Poder Judicial). El 89% de las investigaciones han sido archivadas por la Fiscalía, apenas hay excepciones que demuestren interés institucional por hacer justicia. Ninguno. Quieren que pasemos página, que olvidemos la masacre de las residencias, mientras las familias y allegados de las personas muertas se desesperan y ahogan en un dolor quese ignora de forma miserable. No podemos permitir que esto quede en nada, hay que exigir justicia para quienes sufrieron con más brutalidad el zarpazo de la pandemia. La indiferencia nos hace peores, elsilencio nos hace cómplices.

Publicidad

Publicidad