La ONU califica de "suicidas" los bombardeos cercanos a la central nuclear de Zaporiyia
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La central nuclear más grande de Europa fue uno de los primeros objetivos de la invasión rusa. Ya entonces el Kremlin jugó con fuego al bombardearla e incendiar uno de sus edificios. Ahora la situación vuelve a ser crítica. Se suceden los ataques alrededor del recinto. Los dos bandos se acusan mutuamente de volver a poner al continente, treinta y seis años de Chernóbil, al borde de la catástrofe nuclear. Cualquier ataque a la central nuclear, ha advertido alarmado el secretario general de la ONU, es suicida. "Espero que esos ataques cesen de inmediato", ha dicho Antonio Guterres. Ucrania denuncia que los rusos utilizan la planta como base militar desde la que bombardear la zona. Espacialmente la localidad de Níkopol, al otro lado del río Dniéper, a muy pocos kilómetros. Kiev asegura incluso que el Kremlin ha rodeado toda la zona con explosivos y que no dudaría en hacer volar la central como una medida desesperada. -Redacción-
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