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Las lluvias y el agua dulce mata las almejas gallegas

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Las últimas lluvias en la ría de Arosa, en la provincia de Pontevedra, han llevado a que muera el marisco, en especial las almejas, por el agua dulce de las playas. La imagen habla por sí sola: toda la costa está cubuierta por un manto blanco de almejas que, en su mayoría, están muertas. Esto hace que las marisqueras puedan capturar menos género y, por supuesto, ingresen menos. Un trabajo mayoritariamente femenino con el que cada vez es más difícil ganarse la vida. Ahora, las mariscadoras piden ayudas a la Xunta para tratar de regenerar los bancos e intentar salvar la campaña de verano. -Redacción-

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