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La confianza en el navegador GPS lleva a muchos a los lugares más insospechados

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Eran foráneos, estaban despistados en las fiestas del pueblo y tenían un coche automático. Al final acabaron descendiendo por las escalinatas del centro del pueblo. Todo por seguir al GPS. Ocurría hace unos días en Hoyo de Pinares (Ávila). Esta confianza ciega en el navegador nos ha dado, en los últimos años, curiosas imágenes. 

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