Igualdad recurrirá dos sentencias que consideran la cultura gitana como eximente en delitos sexuales
Publicidad
Videos
Un tribunal de Ciudad Real considera la cultura gitana como eximente para absolver a un hombre que abusó de una menor de su misma etnia. No es la única sentencia así, hay otra reciente en León. Las dos consideran a niñas de 12 años con la madurez suficiente para mantener relaciones sexuales e incluso embarazarse, una de ella 3 veces, por el hecho de ser gitanas. No hacen ninguna comprobación pericial más. Textualmente dice "según las costumbres gitanas las niñas se casan a partir de los 12 años". Uno de los agresores estaba además acusado de malos tratos. Igualdad considera que las niñas estaban sometidas. Recurrirán porque las dos sentencias vulneran la jurisprudencia del tribunal supremo y del Convenio de Estambul que prohíben exenciones por cuestiones culturales, raza o etnia. Cuestionan también el otro argumento. La proximidad de edad y madurez, la llamada cláusula de Romeo y Julieta que considera excepcionalmente relaciones consentidas de menores de 16 años con adultos jóvenes. Teniendo 12, 20 y 24 años el equilibrio esta entre dicho. - Redacción-
Publicidad
Lo + visto
- 01 Clara Ramas, filósofa: "La izquierda debe decir sin miedo que va a abolir el trabajo, como Milei habla de destruir el Estado"
- 02 Qué es el estoicismo, la filosofía que se ha vuelto a poner de moda
- 03 Jamones ibéricos, iPhones y unos 6.900 euros en sábanas de lujo: estas son las deudas de las exmonjas de Belorado
- 04 Robles dice que el juez Peinado sabía "perfectamente" que Begoña Gómez no estaba informada
- 05 Feijóo come pollofres
- 06 Reforma fiscal, 24 semanas de permisos retribuidos y vivienda: Sumar se vuelca en la negociación de los Presupuestos
- 07 ¿Recomenzar? La universidad artificial y la inteligencia universitaria
- 08 La Pasionaria y Clara Campoamor no estarán en el Congreso (por ahora): encalla la negociación entre PP, PSOE y Sumar
- 09 Siete vías verdes muy fresquitas para este verano
- 10 La abulia: el peligro mental del verano