Nuevo ataque de orcas a un velero en Ribadeo
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Se acercan sigilosas y los que están embarcados solo saben que las tienen encima cuando sienten un fuerte golpe que normalmente es en el timón. A partir de ahí comienza la angustia de sentirse en medio del mar con el barco a la deriva y rodeado por cuatro o cinco animales de casi nueve metros de longitud y cinco toneladas de peso. Ha ocurrido en Cedeira, en Ribadeo, en la isla de Ons y en las rías Baixas. Grupos de orcas que estos días vienen a esa zona atraídas por el tráfico de atunes que se convierten en su mejor presa. Según los expertos las orcas no atacan a humanos, lo que ocurre es que al ver algo en movimiento, un velero por ejemplo, se ven atraídas y les da por jugar e interactuar. Un juego peligroso y angustioso en el que lo mejor es parar motores, arriar velas y quedarse al pairo, pero sobre todo cruzar los dedos para que se cansen o se aburran y se alejen lo antes posible.
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