Cargando...

Makha, de Senegal a las calles de Tenerife

Publicidad

Videos

MAKHA pescaba en las playas de Senegal hasta que les «vendieron hasta el mar», reprocha. La falta de oportunidad le hizo embarcarse en una patera rumbo a Canarias. Durante un tiempo estuvo alojado junto con otras personas migrantes en un hotel. Un día los separaron por nacionalidades trasladando a todos aquellos que no eran senegaleses. Entonces entendieron que preparaban una repatriación y, sin ninguna información y muertos de miedo, cogieron su bolsa y se marcharon a vivir en la calle. «No hemos puesto nuestra vida en riesgo para ahora ser devueltos». Un día Makha se cayó y se hizo una herida grande en la pierna. Acudió hasta en dos ocasiones a un centro de salud sin ser atendido «Me dijeron que si no tenía papeles no me atendían. Me fui triste y preocupado, pero pensé que quizás aquí la ley funciona así», explica. En el momento que le conocimos llevaba días lavando la herida como buenamente podía, cubriéndola con una mascarilla desgastada.

Publicidad

Publicidad