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Un ex interno revela "peleas y drogas" en el centro de menores de Almería

Sergio Aguilera, de 19 años, estuvo ingresado en tres ocasiones en el Tierras de Oria, investigado por la Junta de Andalucía por supuestos malos tratos a los jóvenes. 

Sergio Aguilera.

Sergio Aguilera (Málaga, 1985) pasó 23 meses interno en régimen semi-abierto en el centro de menores Tierras de Oria de Almería, investigado por la Junta de Andalucía después de que una ONG denunciara maltratos habituales a los chicos con un vídeo en el que aparecen dos jóvenes atados a una cama. Uno de ellos, pidiendo ayuda y agua. La empresa que gestiona el centro, Ginso, asegura que las imágenes están manipuladas.

"El vídeo es real. Yo he escuchado gritos de chavales pidiendo ayuda mientras les tenían atados como perros, ese sitio es peor que la cárcel. Hay peleas, drogas y corrupción", explica por teléfono a Público.

Sin embargo, la Consejería de Justicia e Interior de la Junta de Andalucía recordó el pasado viernes que "este centro de menores es emblemático en la justicia juvenil andaluza porque tiene unos resultados extraordinarios que avalan su buen funcionamiento". Ginso, que denunció a la asociación centrosdemenores.es por difundir las imágenes, niega rotundamente las acusaciones.

¿Cuántas veces ingresó en el centro?

Tres. Estuve nueve meses a los 14 años, otros nueve a los 15 y cinco a los 16 años. Llevo tres años fuera.

¿Por qué motivo ingresó?

Las dos primeras veces, por robo con fuerza. La segunda, por incumplir la libertad vigilada.

¿Cómo recuerda su experiencia allí?

Fatal. No aprendí nada bueno. No te rehabilitan, es mucho peor que una cárcel. Salí peor que cuando entré. Incluso tuve que empezar un tratamiento psicológico para superarlo.

¿Alguna vez le visitó un psicólogo estando interno?

No. Nunca. 

Centrosdemenores.es pone en duda la correcta aplicación de las medidas de contención por parte del centro. ¿Alguna vez le practicaron la sujeción mecánica?


No. A mí nunca me ataron. Pero una vez estuvieron a punto. Dijeron que me habían encontrado droga y, como era mentira, yo me puse muy nervioso. Lo negaba, pero no me hacían caso. Empecé a llorar y me metí debajo de la cama. Entonces apareció un trabajador con la maleta del material de la sujeción y me asusté. Al final mentí. Dije que sí, que la droga era mía, y no me amarraron.

"Me mareé y vomité en la sala de aislamiento y no vino ningún médico a atenderme"

¿Ha estado alguna vez en las sala de aislamiento provisional?

Sí, muchas. Ocho o diez veces. Te meten ahí por cualquier cosa. Por pelearte con otro interno y hasta por tirar un lápiz al suelo.

¿Cómo era ese aislamiento?

Te meten en una habitación pequeña y cuadrada en la que sólo hay una silla en medio. La sala está llena de espejos, te estás viendo todo el rato pero no ves qué hay detrás. Y luego está luz. Una luz amarilla horrible. Yo una vez me mareé y hasta vomité.

¿Fue un médico a atenderle, como marca la ley? 

No. No vino ningún médico.

¿Durante cuánto tiempo estuvo en estas salas de aislamiento?

La mayoría de veces, unas cinco horas. Pero un día me tuvieron encerrado todo el día. A las doce de la noche metieron una cama en la sala, a apagaron la luz y pasé la noche allí.

¿Alguna vez protestó?

Nunca. Me daba miedo porque veía que los educadores y los coordinadores consentían todo. ¿Qué iba a decir? Mi madre se presentó un día al centro para hablar con el director y me dieron un permiso. Así te compran, para que no hables.

¿Continuaste tus estudios durante tu internamiento?

No. Allí estudias si quieres y yo no quería. Pero es que no hay disciplina, te dejan a tu bola. Por eso hay droga y la gente roba.

¿Los internos roban?

Sí. Porque no hay vigilancia ni nada. Una vez robamos un medicamento y nos lo tomamos entero. Yo tuve que estar tres días en la cama, creía que me moría. Y a otro interno lo sacaron del centro sin orden del juez ni Policía y se lo llevaron al hospital.​

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