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El comisario Villarejo niega toda implicación en la grabación ilegal
al pequeño Nicolás

El policía declara dos horas ante el juez y niega cualquier relación con el caso. Pone de manifiesto su mala relación con el exjefe de Asuntos Internos, Marcelino Martín-Blas.

El comisario de Policía, José Manuel Villarejo Pérez, trata de ocultar su rostro a la salida de los juzgados de Estepona (Málaga), donde declaró por el ático del expresidente madrileño, Ignacio González. EFE

EFE

MADRID.— El comisario José Villarejo ha negado estar detrás de la grabación ilegal de una reunión entre policías y agentes del CNI sobre Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como El pequeño Nicolás, porque ni formó parte de la investigación al pequeño Nicolás ni tuvo constancia que se produjera ese encuentro entre policías.

Villarejo ha declarado durante más de dos horas ante el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid, Arturo Zamarriego, que le citó como investigado por su presunta participación en la grabación ilegal entre agentes del CNI y Asuntos Internos sobre Gómez Iglesias.

"No tenía nada que ver con esta investigación ni sabía que se iba a producir esa reunión", ha explicado su abogado, Ernesto Díaz. "No hay motivo alguno para que haya grabado, no se le ocurriría", ha añadido.

Fuentes jurídicas presentes en la declaración han indicado que Villarejo se ha desvinculado por completo de todo este asunto al defender que ni tiene nada que ver con la grabación ni es la fuente que filtra al periodista Carlos Mier la detención de El pequeño Nicolás, al que ha dicho no conocer, pese a que en el domicilio de este último se hallaron anotaciones con su nombre.

Al respecto, ha dicho que esos documentos se los dio el empresario Javier de la Rosa a Gómez Iglesias creyendo que era un agente del CNI cuando ambos se reunieron, pero ha zanjado: "No conozco a este tipo, no tengo ninguna relación".

Sobre la grabación ilegal, ha explicado que se enteró cuando el director adjunto operativo de la Policía (DAO), Eugenio Pino, se lo comunicó y que dicha grabación fue "objeto de chanza" entre los agentes que se mofaban del exjefe de Asuntos Internos, Marcelino Martín-Blas, presente en la reunión con los agentes del CNI, y al que ha llamado "torpe".

Enemistad

Eso sí, ha reconocido la enemistad entre él y Martín-Blas a raíz de la implicación del hijo de Villarejo en la llamada Operación Emperador en 2012. Desde entonces, ha añadido, cualquier actividad en manos de Martín-Blas trataba de incriminarle, por lo que ha atribuido su imputación en esta causa a la "agria relación" con él.

"Ha podido influir que alguien con mala intención haya querido implicar a Villarejo. Todo apunta a él", ha dicho su letrado, en alusión al exjefe de Asuntos Internos, que fue quien dirigió la comisión judicial de esta investigación a petición del juez.

Ahora bien, ha contradicho a Martín-Blas sobre la relación estrecha que ambos mantuvieron hasta la Operación Emperador, ya que el exjefe de Asuntos Internos dijo que habían tenido tres o cuatro encuentros por temas de trabajo, cuando Villarejo manifiesta lo contrario.

Se ha referido al trabajo intenso y estrecho que ambos mantuvieron durante lo que ha denominado como Operación Cataluña, que ambos dirigieron en 2012. Estuvieron comiendo, cenando y viajando durante meses, han señalado las fuentes, hasta que su relación se torció meses después con la Operación Emperador.

La mala relación ha quedado patente en su declaración ante el juez por el tono empleado cuando hablaba de Martín-Blas, a cuya gente ha definido como "una banda de delincuentes". Ante los insultos vertidos, el magistrado le ha recriminado que dejara de hacerlo, y desde ese momento ha comenzado a hablar de "Don Marcelino" de manera sarcástica.

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