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Un 40% de los profesores universitarios tienen contratos temporales

La inestabilidad laboral alcanza en los centros públicos un porcentaje muy superior a la que representa para el conjunto de los asalariados.

El número total de profesores en las universidades públicas asciende a 101.020.

Vicente Clavero

Las universidades públicas españolas no están llenas de profesores que tienen sus puestos de trabajo asegurados. Todo lo contrario: la precariedad laboral también impera en una institución que debería ofrecer a su personal las mejores condiciones para el desarrollo de la investigación y la docencia.

En el curso 2015-2016, último del que existen datos oficiales, el 41,3% de los profesores tenían contratos de duración determinada, un porcentaje claramente superior al 25% en que se sitúa la tasa de temporalidad para el conjunto de los asalariados.

El número total de profesores ascendía entonces a 101.020, según el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes. De ellos, 44.394 eran funcionarios (catedráticos y titulares), 14.200 no reunían esa condición pero estaban fijos (contratados doctores) y 41.689 tenían contratos temporales (ayudantes doctores y asociados).

La precariedad laboral ha aumentado durante la crisis económica como consecuencia de los recortes impuestos desde el Gobierno, que empujaron a las universidades públicas a cubrir las vacantes de personal estable, en el mejor de los casos, con profesores a los que no se ofrece garantía alguna de continuidad.

En el curso 2008-2009, siempre según la información oficial disponible, había 37.872 profesores con contrato temporal, un 38,4% del total, frente al 41,3% de ahora. Mientras tanto, el porcentaje de funcionarios ha bajado del 51,8% al 43,9% actual.

El aumento de la precariedad laboral no ha sido un fenómeno exclusivo de las universidades públicas. Cuando estalló la crisis, en las privadas había 3.204 profesores que no gozaban de fijeza en sus puestos de trabajo (el 34,4% del total) y ocho años después eran más del doble: 7.573 (el 44,4%).

De todas formas, las plantillas docentes en su conjunto han tenido un mejor comportamiento en estas últimas universidades. Las privadas han subido de 6.104 a 9.494 profesores, con un avance del 55,5%. En las públicas, el incremento ha sido de sólo el 2,4%, al pasar de 98.622 a 101.020.

Las restricciones a la contratación durante la crisis han provocado también un envejecimiento de las plantillas docentes, cuya edad media se situaba en 49 años en el curso 2015-2016, según el sindicato CSIF. Un 14,4% de los profesores tenían más de 60 años y los menores de 35 representaban sólo un 7,7%.

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