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Facebook El cura que denuncia la pederastia: "Quiero irme de este negocio de corrupción que es la Iglesia"

El sacerdote de l'Alfàs del Pi, Miguel Angel Schiller, propone que los curas pasen una revisión psiquiátrica y deja claro que no basta con pedir perdón. "Solo conocí a un obispo bueno. Todo lo demás, maricones, enfermos afectivos y desequilibrados"

Captura de un comentario de Miguel Ángel Schiller en su perfil de Facebook. / EP

EUROPA PRESS

El cura de l'Alfàs del Pi (Alicante), Miguel Angel Schiller, ha arremetido en su página personal de la red social de Facebook contra los casos de pederastia en la Iglesia Católica y ha propuesto que los sacerdotes pasen una revisión psiquiátrica, sobretodo cuando traten con menores. Asimismo, ha asegurado que "solo" ha conocido a un obispo "al menos bueno", que ha identificado con el actual titular de la Diócesis de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui. Schiller ha borrado todos los mensajes tras el revuelo mediático provocado la semana pasada.

El sacerdote lleva las dos parroquias de l'Alfàs del Pi, la de Sant Josep en el centro urbano y la de la playa de l'Albir, y afirmaba en uno de sus mensajes borrados que "ójala caiga toda ley penal sobre ellos"; y agregaba, ante la interpelación de un fiel, que no se había prostituido "por un cargo u honor clerical", que era un "puto trabajador de a pie" y que "aun no me ha dado por el culo".

"Solo he conocido un obispo al menos bueno, Murgi. Todo lo demás... maricones, enfermos afectivos y desequilibrados". Asimismo, y ante un mensaje en el que se le precisaba que una cosa era la Iglesia y otra los eclesiásticos, Schiller respondía: "No pasa nada... tengo el culo blindado. Cardenales pederastas y homosexuales, notarios, constructores... etc; lo dicho, del culo blindado. Me quiero ir a mi casa".

E insistía: "Pido la baja. Me quiero ir de este negocio de corrupción que es la iglesia". Además, subrayaba que "no basta con pedir perdón y avergonzarse si se mantienen las estructuras que continúan permitiendo la pederastia". Al respecto de los casos que se han sucedido, Schiller se cuestionaba "¿por qué se ignora la propuesta de revisión psiquiátrica periódica del clero?", y advertía de si "desde el psicólogo hasta uno mismo" serían capaces de superar un reconocimiento.

Además, en otro de sus mensajes lamentaba que el clero de hoy "tiene miedo de pasar necesidad" y que por ello era capaz de "compartir el plato con satanas".

Violencia machista

En otro ámbito, Miguel Ángel Schiller alertaba el pasado miércoles a las mujeres de que si su pareja le controla el WhattsApp era el "inicio de violencia de género" y recordaba que el número de teléfono es el 016.

"Todos lo saben! La misma familia se desentiende. Chulo, vago y agresivo, instalado en casa de ella ¿Tanto necesita una mujer de un rabo?", se preguntaba. Alertaba de que por su condición tenía acceso a informaciones de las que no podía hacer uso, y por eso reclamaba: "Por favor, hacedme caso de una puñetera vez!".

Ante el revuelo mediático que han provocado sus mensajes tras salir a la luz, Miguel Angel Schiller ha remitido este mediodía de jueves un mensaje con ocho puntos en los que se ratifica, aunque lamenta el lenguaje que utilizó: "Quizá escandalicé a alguien que debe orinar agua bendita". Dice que los medios de comunicación son "muy sensacionalistas" y pide que no se saquen de contexto sus afirmaciones. Recuerda que el papa Francisco también "siente vergüenza" por la corrupción en la Iglesia, "pero nos alarmamos si lo dice un sacerdote".

Subraya que la "baja" de la Iglesia no existe, que lo que existe es la "secularización" y que de no ser un "iluminado" la relación con Cristo pasa "ineludiblemente" por la Iglesia. Asimismo, reclama una revisión psiquiátrica "más cuando nuestro trato es con personas pequeñas" y se pregunta "¿por qué será" que la institución religiosa tiene "ninguna credibilidad".

Lamenta que el 90% de la sociedad solo acuda a las iglesias cuando se trata de actos sociales y exige que cuando alguien "se apropie indebidamente de algo" que lo devuelva porque "no basta con confesarse o hacer una novena".

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