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Madrid Imputadas tres trabajadoras de un colegio de Getafe por malos tratos a un niño autista

Los padres de Eduardo notaron un cambio muy brusco en su comportamiento, le colocaron una grabadora y descubrieron que a su hijo le inmovilizaba, le amenazaban y se burlaban de él. 

Fachada del Colegio Público de Educación Especial Ramón y Cajal, Getafe (Madrid). / Maps

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Eduardo, un niño de seis años con autismo, empezó este septiembre 1º de Primaria en el Colegio Público de Educación Especial Santiago Ramón y Cajal de Getafe. Pero sólo duró tres meses. Ahora, según informa Cadena Ser Madrid, su tutora, la profesora de apoyo y una auxiliar de enfermería del centro están siendo investigadas por presunto maltrato al menor. 

Todo empezó cuando, al inicio del curso escolar, los padres de Eduardo notaron un cambio muy brusco en su comportamiento. "Como todos los niños tenía rabietas (...), pero esa impulsividad y esa agresividad que vimos en él, la ansiedad que sufrió, la vimos a las semanas de comenzar las clases", cuenta Montse, madre del menor.

No quería ir al colegio y por ello sus padres decidieron colocar una grabadora oculta entre su ropa y así descubrir si algo malo le estaba pasando. Entonces, sus padres escucharon los audios y descubrieron que a Eduardo le estaban sometiendo a duros castigos. 

Le inmovilizaban, le amenazaban si se portaba mal, se burlaban de su forma de comunicarse con los adultos -causada por el autismo- y lo castigaban solo en el pasillo a pesar de que tenía documentada tendencia al escapismo.

Debido a estos comportamientos hacia Eduardo, tuvo que ser ingresado en el Hospital Niño Jesús de Madrid, donde estuvo quince días hospitalizado, y de donde salió con una medicación que todavía mantiene. 

Tras conocer los malos tratos a los que estaban sometiendo a su hijo, los padres de Eduardo decidieron denunciar a las tres trabajadoras del centro Ramón y Cajal. Actualmente, la denuncia ha llegado al juzgado de primera instancia e instrucción número 1 de Getafe que está investigando a las implicadas. 

En su declaración judicial, las tres aseguraron que no tuvieron la intención de maltratar al menor y que actuaron siguiendo las técnicas indicadas en un protocolo elaborado por el propio colegio. Por su parte, el centro asegura en un informe remitido al juzgado que desconoce en qué consisten las medidas de bloqueo que denuncian los padres de Eduardo.

Además, la familia niega que fuera informada de esas prácticas. "Nos decían que no hacía caso, que se levantaba, que se portaba mal, pero no nos decían que es lo que hacían ellos, cómo intervenían", explica Montse. 

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