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La Manada Grupos feministas muestran preocupación por una posible sentencia "suavizada" a los miembros de 'La Manada'

Cinco meses después de finalizar el polémico y mediático juicio, por fin este jueves se hará la lectura de la sentencia a los cinco hombres acusados de violar en grupo a una mujer en los Sanfermines de 2016. Analizamos las claves de este caso.

Foto de los cinco miembros de 'la manada' en los Sanfermines de 2016

El proceso judicial contra cinco hombres por la violación en grupo a una joven durante las fiestas de San Fermín de 2016 llega a su punto culmen este jueves con la lectura pública de la sentencia, cinco meses después del final del juicio. Este caso supone uno de los más relevantes sobre abusos machistas en España, que ha abierto definitivamente el debate contra la culpabilización de las víctimas de este tipo de delitos.

Los acusados, que formaban una pandilla autodenominada 'La Manada', se enfrentan a peticiones de penas que oscilan entre los 22 y los 25 años de cárcel por delitos continuados de agresión sexual, contra la intimidad y por robo con violencia.

El pasado 28 de noviembre finalizó el juicio y quedó visto para sentencia, un año y medio después de la violación. Desde la Asociación de Mujeres Juristas Themis, consultada por este diario, expresan su extrañeza por la tardanza de la sentencia. "No es habitual que pase tanto tiempo, cinco meses, desde que se cierra el juicio hasta que se hace pública la sentencia", comentan fuentes de dicha asociación.

La inquietud es compartida por responsables y grupos feministas, que esperan con cierta ansiedad el contenido de esta "importantísima sentencia". Tal es el caso de Yolanda Besteiro, presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas. Consultada por Público, reconoce que ve "con temor este retraso".

"En este juicio han pasado cosas que no debieran haber ocurrido", afirma, Besteiro, que añade: "Tememos que el resultado final no sea el que nosotras creemos que debería ser, que de alguna manera se suavice la sentencia, o que se determine que hubo consentimiento por parte de la víctima —sin valorar que no tenía otra opción frente a cinco hombres—, o incluso que se llegue a una absolución". "En definitiva, tememos que una vez más se nos haga responsables a las mujeres de una agresión como esta", expresa.

Marisa Soleto, jurista y directora de la Fundación Mujeres, comenta a Público —también sin entrar a especular sobre el contenido de la sentencia—, confirma que "existe una preocupación general porque el plazo se ha disparado" y también expresa su temor por "un posible acuerdo" entre las partes que haya provocado este retraso.

“Todo el movimiento de este país y las instituciones comprometidas con la igualdad, como el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Pamplona, han depositado su confianza en que la Justicia sepa reconocer la denuncia de las mujeres en relación con una violación”, añade esta experta jurista.

Los hechos

A las 3:08 horas del 7 de julio de 2016, una joven madrileña de 18 años denunciaba que había sido violada por cinco hombres. Ellos mismos se hacían llamar 'La Manada' en un grupo en WhatsApp. Ella se encontraba sentada en un banco y ellos la acompañaron a su coche. En un momento dado, la agarraron por los brazos y la obligaron a meterse en un portal.

En un pasillo sin salida se valieron "de su superioridad física y numérica y de la imposibilidad de ejercer la más mínima resistencia, ante el temor a sufrir un daño aún mayor, ni huir del lugar, actuando de común acuerdo, y con ánimo libidinoso, le obligaron a realizar diferentes actos sexuales con cada uno de ellos", reza el escrito de la Fiscalía, que describe las diferentes violaciones que sufrió, sin preservativo.

Después, le quitaron el móvil y destruyeron su tarjeta SIM. La joven fue encontrada por una pareja, llorando y tumbada en un banco público en posición fetal.

A las pocas horas, fueron detenidos. El grupo, cinco amigos procedentes de Sevilla, grabaron la violación con un teléfono móvil, un vídeo que permanece bajo custodia judicial, pese a lo cual llegó a aparecer en algunos medios.

A partir de ese momento, arranca uno de los procesos judiciales más intensos y polémicos sobre agresiones sexuales que se recuerdan. Los cinco acusados permanecen en prisión preventiva por el riesgo de fuga y de reiteración delictiva, tal y como confirmó la Audiencia Provincial de Navarra en sendos autos del 8 de septiembre y 1 de diciembre de 2017.

Quiénes son

Los cinco encausados son naturales de Sevilla y actualmente tienen edades comprendidas entre los 26 y los 30 años.

J. Á. P. Apodado como ‘Joselito el Gordo’, fue el primero en mantener contacto con la joven y es uno de los acusados de haberla penetrado. Hace siete años un juzgado de Huelva lo condenó a dos años de cárcel por un delito de robo cometido en 2009.

Á. B. F. Tiene antecedentes por conducir bajo los efectos de las drogas y el alcohol, con una condena de nueve meses saldados con trabajos para la comunidad. Según varias informaciones publicadas, su viaje a los Sanfermines de 2016 fue una especie de ‘iniciación’ en La Manada.

J. E. D. Peluquero de profesión, trabajaba en Triana, en un negocio de su familia. Suyo es el reloj de gran esfera que fue clave para la localización y detención del grupo en el encierro del 7 de julio de 2016.

A. J. C. Soldado profesional que estaba destinado en la Unidad Militar de Emergencia (UME) de Morón de la Frontera (Sevilla). La víctima le acusa también a él de haberla penetrado. Fue condenado a dos años de cárcel en 2015 por un delito de lesiones cometido en 2013.

A. M. G. Guardia civil en prácticas en Pozoblanco (Córdoba) en el momento de su detención. Fue padre mientras estuvo en prisión.

'Yo te creo'

El caso de ‘La Manada’ ha sido objeto de una importante sobreexposición mediática. La víctima se ha visto sometida a un juicio paralelo reforzado por la estrategia de la defensa —aireada en algunos medios— que pasaba por asegurar que la relación fue consentida y por verter las culpas sobre la víctima.

Otro elemento que avivó la polémica fue el hecho que el juez descartase como pruebas conversaciones anteriores en WhatsApp de 'La Manada', en las que se mostraba que su comportamiento misógino era un auténtico patrón, por mantener las garantías procesales de los acusados y ceñirse al caso concreto.

Todo ello, además, aderezado por un controvertido informe sobre ella realizado por un detective privado –retirado por la defensa al final- en el que se ponía en duda las consecuencias psicológicas de la violación basándose en la actividad “normal” de la joven redes sociales. El tribunal sí aceptó una fotografía de la víctima subida a Instagram.

El desgarrador relato que hizo la víctima de la violación en el juicio oral fue la gota que colmó el vaso. El 15 de noviembre de 2017, un vídeo grabado por dos actrices feministas con el lema "Yo te creo" inundó las redes sociales de miles de mensajes de apoyo a la víctima.

Dos días más tarde, cientos de personas salieron a las calles con mensajes como "Yo te creo", "La Manada somos todas" y "No estás sola". Poco más tarde, con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, siguieron los apoyos masivos a la víctima con lemas como "Yo te creo" y "Escucha hermana, aquí está la manada".

De esta forma, el juicio a ‘La Manada’ se ha convertido en casi un examen para el sistema judicial español en asuntos que tienen que ver con violaciones a mujeres. Marisa Soleto destaca que “no es el primer caso ni es el último, pero sí se ha convertido en un caso simbólico, en el que realmente se está evaluando a la Justicia en su capacidad para dar crédito a la denuncia de una mujer sin poner en duda el consentimiento cuando la propia víctima está diciendo que no, que no consintió”.

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