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LGBTI La policía de Algeciras niega las acusaciones de malos tratos a una mujer transexual 

La versión policial del incidente es que ella mantuvo con los agentes, con los médicos que la asistieron y con el vigilante de la discoteca de la que había sido expulsada, una actitud agresiva.

Imagen de las lesiones sufridas por la mujer transexual. ATA

EFE

La joven transexual que ha denunciado haber sufrido malos tratos por parte de unos policías en Algeciras (Cádiz) fue detenida por atentado a agentes de la autoridad ya que, según fuentes policiales, mantuvo con ellos, y con los médicos que la asistieron y el vigilante de la discoteca, una actitud agresiva.

La versión policial del incidente, y la que reflejan los primeros partes médicos que se le practicaron durante la detención, dan una versión distinta a la que ha ofrecido Elizabeth, de 24 años, en su denuncia, aunque ambos relatos coinciden en que la mujer estaba ebria.

Ella denunció que el sábado de madrugada fue echada a empujones y sin motivo de la discoteca Kube de Algeciras por un vigilante, en lo que achacó a un ataque a su identidad sexual y que cuando contó lo sucedido a los agentes de una patrulla estos no le hicieron caso, la esposaron y la maltrataron tanto en la comisaría como en los dos centros de salud a los que fue conducida.

Sin embargo, los agentes relatan en el expediente de su detención que acudieron a la discoteca después de que un empleado del local alertara al 091 de que en la puerta había una mujer en actitud violenta molestando a clientes, golpeando el mobiliario urbano de la zona y que había arañado en la cara a un vigilante.

Su actitud agresiva continuó, según las fuentes policiales, con los agentes, que le pusieron las esposas y la llevaron en el coche a un centro de salud mientras ella seguía insultándoles, amenazándoles y dando golpes en la mampara del vehículo policial.

En el hospital la trasladaron engrilletada y en silla de ruedas para evitar que se autolesionara o les agrediera, pues continuaba con actitud agresiva, según los agentes, que han relatado que también insultó y escupió al médico que la atendió y dio una patada a la mesa de la consulta.

Tras ponerle dos inyecciones en las piernas, fue conducida a los calabozos de la comisaría, donde al quitarle los grilletes los agentes vieron hematomas en sus brazos compatibles con la postura que tenía en la silla de ruedas debido a la fuerte resistencia que ofrecía.

Por ello fue trasladada de nuevo a un centro de salud, antes de regresar a comisaría y ser puesta a disposición del juez de guardia, que la dejó en libertad con cargos.

En los partes médicos que se le hicieron en estos traslados al hospital custodiada por la policía, los facultativos describen a una paciente con "etilismo agudo", "comportamiento incontrolable" y agresiva, que "no colabora" en la exploración, que se niega a ser sometida a análisis de orina y sangre y tiene contusiones en piernas y espalda "como consecuencia de actuación física incontrolable".

Ambas versiones se dilucidarán durante la instrucción de ambas denuncias, a la que se puede sumar la del vigilante de la discoteca que, según las fuentes policiales, ha anunciado su intención de interponerla.

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