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Guardia Civil "Acoso y derribo" a una guardia civil en Lanzarote

La Fiscalía pide cuatro años de cárcel para la sargento del Seprona Gloria Moreno por hacer constar una información que apuntaba al chivatazo de otro agente a cazadores furtivos.

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Entrega de premios de II Distinción Nacional a la Mujer Policía, donde se reconoce a Gloria Moreno (izquierda) por ser una "referencia nacional" para la protección del medio ambiente y de los animales. SERGIO CALLEJA

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Sociedad

Desde la sanción por “insubordinación” a la agente que se quejó de la falta de chalecos antibalas femeninos en Cantabria, hasta la represalia por negarse a reducir la vigilancia sobre una mujer maltratada en Chipiona, pasando por los ocho años que se tardó en equipar de manera adecuada a una agente de montaña en Huesca. Denuncias de acoso y desigualdad que salpican comandancias de la Guardia Civil por toda España, que coinciden con el 30º aniversario de la incorporación de la mujer al cuerpo y que demuestran que es un problema integral y no casos aislados.

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Otro de esos casos es el de la sargento jefe del Seprona Gloria Moreno en Lanzarote. En solo nueve meses le han abierto cinco expedientes disciplinarios, ha cumplido más de tres meses de cese cautelar y ahora se enfrenta a la petición de cuatro años de cárcel. “Es un caso de acoso y derribo hacia una persona, que no solo ha demostrado su valía profesional, sino como persona íntegra y con unos valores intachables”, explica a Público Nerea Undabarrena, vocal de Igualdad de la asociación profesional Independientes de la Guardia Civil (IGC). “Quedará demostrada en su momento la inocencia absoluta de mi defendida, como ya ha ocurrido en otras ocasiones anteriores”, responde María Jesús Díaz Veiga, abogada de la agente y ahora responsable de su defensa ante la Fiscalía.

La fiscal de Arrecife pide no solo los cuatro años de cárcel sino también la inhabilitación especial para Gloria Moreno, acusándola de “falsedad documental” por unos hechos ocurridos en 2015. Pocos meses después de que la agente del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) natural de Segovia fuera destinada a Lanzarote en 2014, ella lideró una de las operaciones más importantes contra el furtivismo en las islas. Se realiza una intervención junto al Servicio Marítimo de Fuerteventura que acabaría con 19 hombres denunciados -once de ellos a la espera de juicio todavía- por cazar y asar pardelas en el islote de Alegranza. Las repercusiones fueron grandes puesto que la pardela es un ave con una alta protección en las islas y porque los detenidos son personas poderosas: empresarios, constructores y hasta un policía nacional.

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“Permisividad oficial” en las islas

Pese a las denuncias, era la primera vez que se lograba denunciar a tantas personas relacionadas con el furtivismo de esta especie. Si en 1996 los agentes que vigilaban el parque renuncian a la tarea por la “permisividad oficial” a la caza ilegal, tres años antes era el propio titular del departamento de Agricultura del Cabildo de Lanzarote quien era pillado infraganti con pollos de pardelas. Por eso, cuando a Gloria Moreno le advierten que los furtivos podrían tener alguien dentro de la Guardia Civil que pudiera estar dando el chivatazo de las operaciones policiales, la agente no duda en informar por escrito a sus superiores. Este acto es justo el que la fiscal considera “falsedad documental” al asegurar que Gloria Moreno eleva este documento “a sabiendas de que sus manifestaciones no se correspondían con la realidad (...) conteniendo en el mismo unas afirmaciones mendaces, y en las que le atribuía la comisión de unas irregularidades en el ejercicio de sus funciones al Guardia Civil Miguel Ángel Padial Ortiz destinado en el mismo destacamento del Seprona de Lanzarote, y por lo tanto subordinado de la acusada".

La Guardia Civil Gloria Moreno. SERGIO CALLEJA

Este es solo uno de los frentes que tiene abiertos la sargento del Seprona. Su caso se remonta a justo hace un año, agosto de 2017, cuando recibe el primer expediente sancionador. Es leve y responde a la queja del Director Centro de la isla de La Graciosa porque la agente Moreno pregunta sobre el destino de los gatos capturados en el Parque Natural. El segundo, un mes después y también leve, “por no haber evitado que una ciudadana interpusiera una queja”, en palabras de su abogada. El tercero y considerado falta grave, viene al tramitar las denuncias que se encuentra de protectoras de animales al volver de su baja por maternidad. En enero, vuelve a abrir un expediente grave por pedir las copias de los testimonios de unos expedientes. El quinto y considerado como falta muy grave se produce en abril. Es fruto de la denuncia del veterinario de la perrera municipal de Arrecife, Javier López, que denuncia el acoso que está sufriendo por parte de la agente cuando esta investiga las denuncias que existen de irregularidades en el recinto. Entre las irregularidades que se denuncian están el sacrificio injustificado de animales, sin esperar los días descritos por la ley o la entrega de cientos de cachorros sin vacunar ni con chip.

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El caso de Gloria Moreno recuerda a otros casos donde el hecho de denunciar irregularidades trae más problemas que logra soluciones en la Guardia Civil

“El coronel Ricardo Arranz cree a pies juntillas al trabajador municipal sin practicar ningún tipo de diligencia”, explica Díaz Veiga. Además, Arranz envía una carta de disculpas al veterinario por el comportamiento de la agente. “Nunca he visto que un coronel se disculpe por un ciudadano, nunca”, comenta Fernando García García, portavoz de la Junta Directiva, que reseña que, en su opinión, Gloria Moreno “ha cumplido con su deber” y que entiende que a ningún ciudadano le gusta que le investiguen aunque “si tienes la conciencia tranquila no te quejas”. Javier López, además de quejarse ante los mandos superiores de la Guardia Civil pone una denuncia en el juzgado, que ahora pide su archivo al conocerse que en la fecha en la que se produjo la supuesta filtración documental Moreno estaba de baja por maternidad.

En su lugar, en esas fechas, estaba al mando el agente Pardial, quien además de estar como testigo de la fiscalía en el caso por el chivatazo a los cazadores furtivos, ha presentado una queja contra Moreno que aún está por tramitar. “Padial fue también el jefe del Seprona de Lanzarote durante los meses en que la sargento Moreno estuvo de baja por maternidad, período durante el cual no se tramitaron las denuncias presentadas por los ciudadanos, teniendo que hacerse cargo de ellas la sargento Moreno a su vuelta tras el parto”.

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¿Casos aislados o un problema general?

El caso de Gloria Moreno recuerda a otros casos donde el hecho de denunciar irregularidades trae más problemas que logra soluciones en la Guardia Civil. Más aún en cuerpos como el Seprona, destinos en el extranjero o el Greim (Grupos de Rescate Especial de Intervención en Montaña) donde la presencia de mujeres es muy reducida aún.

Es el caso de otra agente de Medioambiente, esta vez en Sevilla. María Serrano tiene pruebas de que un subordinado redacta él mismo los recursos de descargo de los denunciados o los chivatazos. Cuando lo eleva a su superior, el coronel reprende a Serrano y abronca de tal manera a la agente que acaba llorando. "Cuando fueron al juicio, el capitán psicólogo, que escuchó las voces, dijo que no se acordaba de nada. Archivaron la denuncia y dijeron que había sido una riña paternalista", explica Alicia Sánchez, secretaria nacional de la Mujer de la AUGC, que denuncia una “doble vara de medir” en muchos casos. “Si yo hago eso, con todos mis años de servicio, con un agente recién salido de la academia estaría en la cárcel”, considera Sánchez.

En la Guardia Civil el número de mujeres representa el 6% en toda España. / EFE

Una situación que puede estar detrás de que casi el 80% de las denuncias por acoso laboral y sexual que se presentan en la Guardia Civil acaben archivados. También, apuntan desde la AUGC, está detrás del bajo porcentaje de presencia femenina en el Cuerpo. “Un 7,2 de agentes mujeres, cuando en las pruebas de acceso la presencia femenina llega al 20%”, detalla Alicia Sánchez que lo compara con la Policía o el Ejército (entorno al 12% en ambos casos) y resalta que quieren acabar con la idea de que las agentes están haciendo labores administrativas ya que “más del 50% de los agentes destinados a seguridad ciudadana son mujeres”.

La igualdad de trato, el techo de cristal para ascender o la conciliación laboral están en la lista de prioridades que reclaman las agentes. Una situación que se plasma en el elevado asentismo laboral y en las jubilaciones de las agentes, con un porcentaje mucho más alto que los hombres. “Se ha llegado a crear grupos de whatsapp hechos por sargentos o cabos para preguntar al resto de compañeros qué les parece si esa compañera coge la reducción de jornada”, comenta la portavoz de AUGC, además de señalar que la primera agente que logró tener una sala de lactancia en la Comandancia se retiró prematuralmente. “Solo ella y su familia saben por lo que tuvo que pasar”.

El protocolo de acoso de la Guardia Civil no es garantista y carece de plazos

Este es el contexto con el que se abrirá la próxima cita del Comité para la igualdad efectiva de mujeres y hombres en la Guardia Civil, un organismo creado en 2014 y que se reúne anualmente. Una oportunidad, según las asociaciones, para mejorar las cosas con el nuevo director designado por el Gobierno de Pedro Sánchez, el magistrado Féliz Azón. “Ha entrado con buen pie”, comenta Fernando García García de IGC. “Nos reunimos con el anterior -en referencia a José Manuel Holgado Merino- hace unos pocos meses y porque suplicamos. El nuevo ya ha llamado a nuestra puerta”. Por su parte, desde AUGC esperan que Azón “no se duerma” y cambie cosas antes de acabar la legislatura. “Hay cosas que puede hacer el director y otras que hay que pedirlas a los partidos políticos para legislar -amplia Alicia Sánchez-. El protocolo de acoso, por ejemplo, queremos cambiarlo. Queremos el de la Administración General del Estado porque el que tiene ahora mismo la Guardia Civil no es garantista y carece de plazos. Esto hace que la víctima pueda estar dos o tres años sin resolver y tu acosador o acosadora seguir ahí”.

Por el momento, Azón en estos meses en el cargo ya ha impuesto la sanción de un mes de suspensión de empleo y sueldo por falta disciplinaria grave a la cabo 1º María del Pilar Villacorta y tiene en su mano ratificar o anular el quinto expediente contra la sargento jefe Gloria Moreno del cual depende que no sea apartada del Seprona ni perder su destino en Lanzarote. 

Ante las preguntas de Público, la Guardia Civil ha declinado hacer declaraciones.

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